Cuando uno va a ver a Iron Maiden y está más o menos informado sobre lo que tiene por delante, hay dos factores que jamás lo pueden tomar por sorpresa. Por un lado, se sabe que la lista de temas no va a ser un display de hits: salvo en contadísimas excepciones (la gira “Somewhere Back in Time”, por ejemplo, que los trajo a Buenos Aires en 2008 y 2009), la Doncella se desmarca sistemáticamente de cualquier mandato y se dedica a mostrar lo que quiere mostrar. En este caso, lo que quiso mostrar es la mitad de Senjutsu, su último disco de 2021, un trabajo complejo de canciones largas que funciona como exhibición de la destreza de los músicos y el potencial creativo de la banda, pero que en pocos pasajes alcanza los niveles de atractivo inmediato de himnos como “Aces High”, “Hallowed Be Thy Name”, “2 Minutes to Midnight”, “Rime of the Ancient Mariner” o “The Number of the Beast” (todos ellos ausentes de la lista de esta presentación en el estadio de Huracán).