Jorge Serrano: sencillez decadente
El principal compositor de Los Auténticos Decadentes sostiene que "se puede ser profundo y poético utilizando palabras de todos los días". Mañana lo demostrará en Obras
"Quiero tocar la guitarra todo el día y que la gente se enamore de mi voz." Una década atrás, Jorge Serrano compuso el himno del adolescente promedio. "Yo no quería una vida normal, no me gustaban los horarios de oficina. Mi espíritu rebelde se reía del dinero, del lujo y del confort." Todavía no se había mudado a Villa Gesell, pero ya pensaba en escapar de la ciudad. "Y tuve una revelación: ya sé qué quiero en esta vida, voy a seguir mi vocación... será la música mi techo y mi comida." Aún no era respetado ni reconocido como uno de los cantautores más importantes de la música popular argentina, pero ya había escrito un puñado de hits imbatibles y sus letras taladraban el inconsciente colectivo de toda una generación.
Diez años después, el responsable de los mejores momentos compositivos de Los Auténticos Decadentes no reniega de la fama, pero a veces piensa en bajarse del tren fiestero non-stop en el que se ha transformado la banda. Vive en la ciudad de la costa atlántica con más historia hippie del país y defiende a capa y espada lo que para muchos es el secreto de su éxito: "En una canción hay que ser simple. Estoy convencido de que se puede ser profundo y tener el mismo o aun mayor impacto utilizando palabras de todos los días".
Si los Decadentes ya son un clásico argentino, en buena medida es responsabilidad de este confeso tímido señor de 44 años con serios problemas para enfrentar la masividad que alcanzó el grupo y con el perfil más bajo que haya tenido un cantautor de su altura en la escena del rock nacional.
En la charla relajada en un caserón de Parque Patricios, donde la banda prepara el show con el que mañana presentará oficialmente su último álbum, cuesta imaginar a Serrano en el pogo más caliente de la escena punk de mediados de los años 80, cuando lo reclutó el grupo Todos Tus Muertos. Pero así fue como comenzó esta historia.
Porque los Decadentes primero fueron punks, y después, fiesteros. Más tarde los tildaron de malos músicos, de bailanteros y se convirtieron en fenómeno popular. Genios y fisuras. Atorrantes, piratas, caraduras, divertidos... un grupo para el cumpleaños de quince o la fiesta del reencuentro. Murgueros, ordinarios, extraordinarios, la banda sonora que adoptaron todas las hinchadas de fútbol local (¿y por qué no también visitante?). Cantados por toda la familia, un día hasta fueron respetados y homenajeados. Son una indiscutible máquina de componer hits y a dieciocho años de su primer show grabaron el que hasta aquí podría ser su mejor disco: "Sigue tu camino".
"Si trato de analizarlo mirándolo desde afuera, creo que somos un grupo que marcó algo, que estuvo muchos años sonando y que se hizo muy popular --reflexiona Serrano--. Dejamos una marca folklórica, como algo de cancionero popular que va a quedar aunque desaparezcamos. Nuestras canciones van a ser inmortales."
Entre la composición del tema "Gente que no" (el himno punk que escribió Serrano a fines de la década del 80) y su actual reconocimiento como poeta todo terreno (entre el melódico, la cumbia y el fogón) se puede encontrar la vida de un hombre cualquiera, sincero, amante del lenguaje cotidiano y del doble sentido. Un tipo que, al igual que un slogan publicitario, encuentra su musa en las cosas simples de la vida.
Que levante la mano el que no ha tarareado al menos alguna de sus canciones. Sin repetir y sin soplar: "Loco (tu forma de ser)", "Vení Raquel", "La guitarra", "La marca de la gorra", "El jorobadito", "Diosa", "Cómo me voy a olvidar", "Corazón", "Yo puedo" y siguen las firmas.
"Podría ser rebuscado, pero no me gusta hablar difícil. Es algo totalmente deliberado, busco llegar a la mayor cantidad de gente posible, al nene y al abuelo." Joven músico en busca de la llave que abre el cofre de la masividad, escuche con atención: "Y me encanta usar los géneros impersonales, que la canción la puedan cantar tanto un pibe como una mujer o un gay".
Serrano no se sonroja al admitir que una de sus últimas canciones ("Un osito de peluche de Taiwán") tiene una melodía parecida a una de "Erreway" ("mis hijos escuchan esa música y a veces se cuela en mis temas") ni le tiembla el pulso cuando afirma que "si hubo un tiempo en que éramos punk, sólo fue porque tocábamos muy mal, nada más".
Nacido en los Estados Unidos "por casualidad" (sus padres vivieron un tiempo en Los Angeles), recuerda que de chico escuchaba lo que pasaban en la radio, "lo que estaba en el aire, la canción de moda. No discriminaba nada y a través de mi viejo me llegó mucho Serrat. Después vendrían los Beatles, Pescado Rabioso, Manal, Pappo y, finalmente, Velvet Underground. Lou Reed es mi cantautor preferido. Cuando escuché por primera vez a la Velvet me dio confianza para decir «yo puedo tocar aunque toque malª. Antes, con toda esa historia del rock sinfónico y los músicos supervirtuosos, era más difícil pensar en tener una banda. El punk les devolvió la esperanza a muchos como yo".
-Si no te hubieras cruzado con los Decadentes en el camino, ¿qué habría pasado con tu vida?
-Probablemente tendría un oficio, sería carpintero, o me relacionaría de alguna manera con lo artesanal. Seguramente estaría vinculado con el arte, pero menos expuesto a la gente, en mi laboratorio o en mi taller, y trabajaría de forma independiente.
Su timidez contrasta tanto con la imagen de su media naranja escénica (Cucho, la cara visible de esta banda de doce músicos) que hace que uno no deje de preguntarse ¿cómo hace una persona tímida para convivir con semejante exposición pública? "A veces lo padezco un poco, porque es un bombardeo constante, con demasiada gente a tu alrededor. Pero por otro lado la exposición también te abre muchas puertas, y eso, en especial para alguien tímido como yo, te da seguridad y confianza en vos mismo."
Este ex electricista y ex chocolatero devenido hippie gesellino confiesa que le cuesta sentarse a escribir canciones, que no es prolífico y que muchas veces duda de su capacidad compositiva: "En esos momentos me ayuda recordar que ya hice alguna que otra canción que le gustó a mucha gente y que no existe razón para que no me salga una más".
Hits imbatibles
- Pequeña lista del cancionero popular compuesto por Jorge Serrano:
- "Loco (tu forma de ser)"
- "La guitarra"
- "Vení Raquel"
- "Diosa"
- "La marca de la gorra"
- "Cómo me voy a olvidar"
- "El jorobadito"
- "Yo puedo"
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