Tras dos años en el estudio, el líder de los Ratones Paranoicos expande su sonido solista
‘Siempre que saco un nuevo disco siento que estoy volviendo. Volvés a tu clímax, a tu hábitat”, dice Juanse a Rolling Stone a pocos días de haber lanzado “Estoy de vuelta”, el primer corte de Stéreoma, su nuevo disco solista, que será publicado en julio por Sony. Después de concluir el regreso con los Ratones Paranoicos tras seis años de silencio, en una serie de shows que comenzó en septiembre de 2017 en el Hipódromo de Palermo y finalizó en mayo en el Festival Nuestro en Tecnópolis, el cantante y guitarrista ya tiene terminado el álbum que parece representar una bocanada de aire en dirección al futuro, después de esa breve y exitosa fase retrospectiva y celebratoria con el grupo que conserva, con algunas intermitencias, desde su juventud. “Todo esto me produce ansiedad y expectativa”, dice. “Hay un sentimiento hacia la protección de lo que uno quiere transmitir. Uno siempre espera algo más que el éxito: ser comprendido.”
Este nuevo disco de Juanse, el primero de canciones nuevas después de Rock es amor igual, de 2013, producido por Charly García y Pichón Dal Pont (en el medio estuvo su serie para Pelo Music: Pappo x Juanse de 2014, Una noche en la Ópera de 2015 y La Biblia x Juanse de 2016), es el resultado de un exhaustivo proceso de trabajo de dos años junto al técnico y productor Max Scenna, a quien conoció en los estudios Abbey Road mientras producía un disco de la banda uruguaya Limousin. Stéreoma, cuyo nombre está basado en un juego de palabras que significa “firmamento” (“eso que marca la diferencia entre el agua y el cielo, donde vos ves dónde se dividen las dos cosas”), estará compuesto por doce canciones que tienen al músico buscando nuevos horizontes para su rocanrol. “La carrera solista tiene mucho contenido, me ayuda a darle nuevos rincones por donde recorrer la parte mía. Estar en Ratones te condiciona, vos no podés bajar de determinado estadio”, dice él. “Así que este es un disco de música ecléctica, esa es la única forma de definirlo.”
Respaldado por The Band, la banda que lo acompaña en vivo durante los últimos años (con Juan Manuel Colonna en batería, Pablo “Ponch” Poncharelo en bajo, Hernie Salas en guitarra, y Gori en guitarra acústica), Juanse trabajó junto a Scenna en un repertorio que, según él, tiene algunas canciones que “darán que hablar”, entre rocanroles, blues y varias baladas, con nombres como “Dormiste sola”, “Elizabeth”, “Ana y el sol” y “Pan caliente”. Una de sus preferidas, bautizada “Mismo camino”, tiene como invitado especial a Cristian “Pity” Álvarez, con quien interpreta un texto que habla de dos amigos que se dan cuenta de que más que amigos son hermanos. “Es un poco una bajada de línea con lo que está pasando ahora, donde realmente necesitamos una sociedad global, íntegra, la unidad mundial”, dice Juanse. Esa canción, que se perfila como uno de los cortes de Stéreoma, surgió de una base compuesta por Gori, de Fantasmagoria, a la que Juanse le puso la letra poco antes de que el cantante de Viejas Locas apareciera por el estudio. “A pesar de todo lo que puedan decir o pueda ocurrir en el medio, Cristian es una persona con quien yo me siento muy cómodo en el estudio, grabando, escuchando música. Es un nuevo integrante del tren Johnsy”, dice.
Otro de los invitados del disco es el Padre César [Scicchitano], conocido como el “padre rockero”, a quien Juanse conoció por medio de Pity, y que terminó cantando su propia canción “Pastillas”. “Él es amigo de Cristian. Caminamos juntos el mismo camino cuando nos juntamos, así que finalmente tomamos la decisión de invitarlo. Es un gran compositor”, dice Juanse. “Y la canción se suena todo.”
"Cristian es una persona con quien yo me siento muy cómodo en el estudio", dice Juanse de Pity Álvarez, quien grabó un tema para el disco.
Cuando habla de Stéreoma, Juanse hace foco en la búsqueda del sonido, un largo proceso de trabajo realizado en los estudios El Pie en formato analógico, en cinta de dos pulgadas, que terminó coronándose con la masterización de su clásico colaborador, Pichón Dal Pont. Además de un amplio kit de guitarras que revisa en su cabeza como la formación de un equipo de glorias europeas (Musicman, Telecaster Custom, Telecaster De Luxe, Les Paul Special, Zemaitis, Teye, Gibson 355 con Bigsby, acústica Gibson, Martin...), el cantante dice haber utilizado una gran cantidad de tecnología aplicada para dar con un sonido que él denomina “bastante descontracturado, mucho más moderno en muchos aspectos y también mucho más conservador en algunos otros”. Un ejemplo es “Para mí”, una de las canciones del disco que fue publicada a modo de simple en junio de 2016: ahí está su clásico modo de canción guitarrera midtempo, pero con un sonido actualizado y moderno, pulido y gratinado, casi pop. “Para buscarle el sonido a determinadas cosas usamos aparatos que ya no se usan, porque nadie sabe cómo”, dice Juanse. “Pero no puedo confesar de qué estoy hablando, porque si no todos van a empezar a comprarlos.”
Para las largas sesiones de grabación en El Pie, Juanse se encargó de aclimatar el ambiente con un altar conformado por la figura de la Virgen María, la imagen de Jesús Misericordioso, San Expedito (“uno entra con buena intención al estudio y, si empieza a sentir algunas envidias, San Expedito las anula automáticamente”) y una foto suya con el Papa. “Siempre armo un pequeño altar para poder estar en contacto con lo alto”, dice él. “En vez de tener que cortar las sesiones para ir a algún lugar, ahí tenemos momentos de silencio, de tranquilidad, pero también para disfrutar de una imagen y estar contenidos. Es muy importante para mí tener esa contención de saber que uno está abrazado a algo que nos sostiene.”
Con la publicación de “Estoy de vuelta”, que entiende por su similitud estilística como la despedida temporaria de Ratones al menos por este año y el próximo, Juanse le abre paso con Stéreoma a una nueva etapa dentro de su carrera, ya aclamado de forma unánime como una de las figuras más importantes de la elite del rock argentino. Además de su presentación, que será en septiembre, posiblemente en Museum, Juanse fantasea con un Luna Park y la expansión de esta nueva etapa solista, aunque sin presiones ni trabas con su ego. “No me considero ni un creador ni nada, mi voluntad está totalmente brindada a Jesucristo, a Dios, a la Virgen. No hay otra posibilidad. Ya no busca agradar a nadie”, dice Juanse. “Cuando vos te sacás de encima ese rollo de querer que a todo el mundo le guste lo que hacés, lo demás se construye solo. Mi función es darle rock and roll a la gente, brindarle alegría. Ahí se termina todo.”