La compactera
SINFONIA N°3 DE GUSTAV MAHLER
Orquesta Tonhalle de Zurich
Dirección: David Zinman. Schweizer Kammerchor y Zürcher Sängerknaben (RCA/Sony).
La más monstruosa -por duración, por audacia, por complejidad emocional- de las sinfonías de Gustav Mahler fue desde el principio un caso. Ya en 1901, Mahler le confiaba a Richard Strauss que él era el único que podía dirigirla. En la Tercera, no debería pretenderse ningún adecentamiento ni disimulo de las diferenciaciones en la orquesta (casi personajes de un programa luego retirado en el que el compositor "contaba" lo que le habían "contado" las flores, los animales, la noche). Al frente de la Tonhalle de Zurich, la orquesta con la que registró una integral que se viene editando localmente, David Zinman opta por un enfoque que incurre un poco en esa prolijidad que lima el costado más agudo de Mahler, pese al notable desempeño de los metales y de las voces. Sin embargo, en el "Adagio" del sexto movimiento, Zinman consigue que la obra "cuente" y ascienda a un estado de plenitud.
GRACE/WASTELANDS
Peter Doherty
Arcady, Last of the English Roses, 1939 Returning, A Little Death Around the Eyes, Salome, I am the Rain, Sweet By and By, Palace of Bone, Sheepskin Tearaway, Broken Love Song, New Love Grown on Trees, Lady Don´t Fall Backwards (Polydor/EMI).
Peter Doherty cumplió 30 años, decidió usar su nombre completo y ya no ser el Pete que tan famoso hicieron los tabloides británicos y grabó el mejor disco de su carrera. Cuando era Pete, lideró los Libertines, luego armó los Babyshambles, se drogó lo suficiente como para que nadie dude de su decisiión de arruinarlo todo hasta que, finalmente, bajó revoluciones en todo sentido. Es que Grace/Wasteland es un disco casi acústico en el que Doherty está acompañado, en la mayoría de las pistas, por Graham Coxon, el que fuera guitarrista de Blur. El comienzo con el tinte confesional de "Arcady" y el aire tan inglés y tan Kinks de "Last of the English Roses" marca el tono de todo el álbum que bien lleva ya en su título la contradicción como sino y, de paso, una advocación y reconocimiento a la poesía.
INTIMO
Alberto Cortez
Yo no quiero llamarme como me llamo, Tú, Ave caída, La canción de las cigarras, Juan Golondrina, Canción de amor para mi patria, Callejero, Distancia, Castillos en el aire y otros (Alfiz-Sony).
Incontables giras ha desarrollado Alberto Cortez por Hispanoamérica (y también más allá) desde que a comienzos de los 60 su aventura europea junto a un grupo folklórico derivó en las ricas experiencias que darían origen a su exitosa carrera como cantautor. Este álbum doble sintetiza una de las últimas, cuando ya ha alcanzado la ambicionada meta de cualquier creador: que muchas de sus obras hayan cobrado vida propia y anden por ahí, convertidas en clásicos. El Cortez de este registro lo encuentra recreando algunos de aquellos clásicos, así como temas que han tenido menor difusión, en ese clima íntimo, casi de cámara, que lo invita a exponer sus reflexiones y sentencias sobre temas de siempre, una faceta suya que sus fans celebran especialmente.
SIN DOMINGO
Sin Domingo
Esperaba, Exilio, Displacer, Tranquilo en la cama, Cien contra Torino, Liquen, Remeiden, Un campo, Yo bien ¿y vos?, La lógica de la paciencia, Cambio de planeta, Nada (PopArt).
Hay grupos de rock cuyo primer disco no refleja el peso tan pesado que representa cualquier debut. Es el caso de Sin Domingo, que en su flamante álbum muestran que hay química altamente inflamable entre la sugerente voz de Martina Muñoz y la guitarra plagada de sutilezas de su hermano, Manuel Javier Muñoz, secundados por el bajo de Germán Fredes y la batería de Lucas Honnigman. Las canciones reflejan un mosaico en el que el rock fuerte, denso hasta cortar la respiración, como el de "Esperaba", el primer corte"; "Remeiden" o "Cambio de planeta", se alterna con temas en los que muestran un costado lírico y melancólico que deberían explorar más. Ejemplos: la contenida y ascendente energía de "Displacer" o los cambiantes climas de "Liquen". Un grupo distinto y afianzado (comenzó en 2001) al que hay que apostarle varias fichas.
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