La compactera
Because of the Times
Kings of Leon
Knocked Up, Charmer, On Call, McFearless, Black Thumbnail, My Party, True Love Way, Ragoo, Fans, The Runner, Trunk, Camaro, Arizona. (Sony/BMG)
Rock norteamericano sureño, guitarras como diosas a las que venerar y a las que se les pide todo, voces que siempre tienen un dejo a country y, casi, a hillbilly. Todo eso está en este tercer disco de los Kings of Leon, pero ahora también, el haber crecido, y el haber sumado a la fórmula conocida y amada, el desenfreno del siglo XXI. Los Followill -el guitarrista Caleb, el baterista Nathan y el bajista Jared, los tres hijos del predicador que los llevó por los caminos en su incansable tarea, más el primo guitarrista Matthew- abrieron la puerta, no sólo para salir a ver el sol, sino para, de a ratos, bajar al sótano oscuro. Así, sumaron a sus canciones cierto aire progresivo y oscuro que los lleva por caminos no muy distantes de los de, por ejemplo, Mars Volta, sin otra ayuda ni invitado que la formación más clásica del rock.
Logo
Kevin Johansen + The Nada
Logo, Anoche soñe contigo, Susan Surrender, ese lunar, Fantasmas de carnaval, Funny Face, Por las ruas pelas calles, Chica rollinga, S.O.S Tan Fashion (Emergency) y otros. (Sony/BMG)
¿Cómo sería el mundo sin logos? ¿Sería un mundo más libre? Kevin Johansen juega con ese modelo del mundo y construye uno propio sin fronteras ni marcas que lo delimiten, claro que sin tomárselo demasiado en serio, a través de canciones que pasean libres por sonidos latinos, a la manera de un David Byrne criollo, irónico y de un pop tercermundista. Letras que se pueden escuchar al derecho o al revés, donde se ríe de sí mismo y de la sociedad de consumo que lo consume, impulsadas casi siempre por ritmos bailables. El chiste de su fórmula -además de las letras, algunas con mejor resultado que otras- es su capacidad camaleónica para pasear por cumbias, sones, folk, murga, pop y corridos, y regondearse en esa falta de prejuicios y límites geográficos en "Fantasmas de carnaval", "Por las ruas pelas calles" o "Everybody Says".
Guarda que viene el tren
Raffo
Dos malabaristas descalzos, El rengo, la bailarina y el monito, Artigas, mano izquierda, Cicatriz, Hell Free Day, Sin móvil aparente, La represa, Guarda que viene el tren, Cuando ya no esté. (PAI)
"Este disco se abstiene de todo chantaje. Sus virtudes son estrictamente musicales. El fervor y la poesía figuran aquí como cualidades que ayudan al artista a realizar su música, pero en ningún caso la sustituyen". Lo dice, y con razón, Alejandro Dolina, en el booklet de este CD con el que, después de haberle puesto el hombro y el talento a tantos proyectos ajenos, Juan "Pollo" Raffo se aventura en uno propio. Con la estación de Flores como excusa, la inspiración alerta y la creatividad lista para cualquier invención, sin etiquetas ni límites. Encasillarlo sería como pretender encontrar un rubro en el que inscribir a Gismonti o a Saluzzi. El rubro es música, pura música, tan libre que parece inventada a medida que se la hace sonar. Para escuchar sin apuro.
RPO
Datrebil
#1, 2, 3 ; #7, 2,3,6,5, Datrebil (Producción independiente).
Una de las miradas más experimentales surgidas de la escena del jazz. Liderada por el guitarrista Wenchi Lazo, Datrebil es una propuesta de dos cuartetos que suenan simultáneamente. La idea es que cada uno de esos grupos proponga diferentes aproximaciones a la música. En este primer trabajo discográfico la experimentación se sitúa más claramente en el aspecto tímbrico. Los grupos se mueven dentro de ciertas pautas melódicas y el groove parece ser el nudo, el puente desde el que van despojando a las composiciones de su esa fugaz claridad melódica. Mientras avanza la música, los cuartetos van tomando caminos diversos. Por ejemplo, mientras uno mantiene el beat, el otro trabaja sobre una suerte de clima. Una propuesta que, si bien tiene un tono intelectual, no perdió frescura.
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