Interesante fusión. La cumbre musical menos pensada
Rubén Rada, con el trío de Malosetti
PUNTA DEL ESTE.- Una cumbre musical de aquéllas tuvo lugar anteanoche en Punta Ballena. En este rincón: Rubén Rada y todo su genio candombero; en este otro, el bajista Javier Malosetti y su trío, con sus depurados aportes de jazz fusión. Dos potencias se saludan, dos estilos en apariencia contrapuestos planificaban, desde hace un tiempo y con el mayor sigilo, medir fuerzas y combinarlas en una jam session diferente sobre el acogedor escenario del Club de Jazz & Restaurante Medio y Medio.
LA NACION intentó en Buenos Aires quebrar el férreo cerco informativo en torno de los secretísimos ensayos del particular ensamble que se estaba gestando, pero Lea Bensasson, socia y manager del uruguayo, se mantuvo inflexible y hubo que esperar hasta el debut "adelantado" de anteayer para ver exactamente de qué se trataba.
Lo del debut "adelantado" parece una feliz modalidad a la que ha debido ceder en esta, su temporada N° 10, la sala de Portezuelo, tan oportunamente programada por Leandro Quiroga. Se explica: las reservas del público, en este caso, fueron tanto más numerosas que las casi cien localidades disponibles para cada una de las tres funciones previstas -anoche, hoy y mañana, a las 22.30-, que hubo que agregar una antes, que fue la que LA NACION presenció el jueves. Las reservas telefónicas igualmente siguieron llegando en tal cantidad que hasta se evaluaba la posibilidad de agregar una segunda función en la trasnoche de hoy.
Lo mismo había sucedido noches atrás con Fabiana Cantilo, que a sus dos muy buenas presentaciones previstas de su último CD, "Inconsciente colectivo", en Medio y Medio, debió agregar una más, que también fue previa a las ya programadas y que se sumó a un recital similar que brindó, el sábado pasado, en el hotel Mantra, de La Barra.
Armónico ensamble
Tantas expectativas, finalmente, fueron sobradamente colmadas. En su audaz mixtura, los valores conocidos por separado de Malosetti y de Rada obtuvieron una identidad melódica renovada y muy sugerente, que benefició a ambos.
Inevitable fue que la percusión adquiriese un protagonismo superlativo no sólo por la casi infinita gama de recursos vocales e instrumentales del "Negro" Rada puestos en juego, sino por su contrapunto lógico con la batería a cargo de Oscar Giunta, que supo ser intenso o sutil según lo que iba requiriendo cada tramo de la presentación.
No se quedó atrás, desde luego, Malosetti que templó su bajo y su voz con las coloraturas que le son habituales, al tiempo que Hernán Jacinto ponía lo suyo desde el teclado.
La cooperación musical entre unos y otros fue notable y la influencia mutua dotó de nuevas facetas a temas ya transitados de Malosetti y de Rada. Así, el sonido candombero del autor de "Muy lejos te vas", "Dedos" y "Ayer te vi" -canciones que hizo escuchar- ganaron en resonancias jazzísticas aportadas por el sólido trío Malosetti, en tanto que temas del líder de esta formación, como "Rough Biker", "Spaghetti Boggie" o "Home" se vieron (y escucharon) felizmente enriquecidos por las exuberantes percusiones y voces de Rada.
Los momentos más altos de la noche fueron cuando se abrieron paso los blues "Don´t Bug Me" y "Georgia on my Mind", el primero con una asombrosa trompeta salida mágicamente de la garganta de Rada y el segundo, dedicado a Ray Charles, que marcó, en su momento, el primer encuentro de estos músicos, cuando grabaron ese título para el ciclo "Música para soñar", de Telefé.
Tanto por su ubicación en el escenario como por la sincera declaración de admiración que hizo pública Malosetti, Rada fue el gran protagonista de la noche por su humor, encanto personal y asombrosa versatilidad (logró que el público cantara y batiera palmas).
A la salida, después de dos bises, había quienes se preguntaban de dónde sacará Rada tantos simpáticos instrumentos formales e informales (metales, maderas, caracoles, vasijas, etcétera) para hacerlos percutir tan bien en los momentos justos y qué tipos de pájaros, animales salvajes y cantantes de jazz de registros tan dispares anidan en sus prodigiosas cuerdas vocales.
Con tan estimulante arranque, es de esperar que la flamante dupla Malosetti-Rada siga haciendo camino.
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