Lady Gaga: de Bennett a La novicia rebelde

La industria cinematográfica le da las gracias a uno de los íconos del siglo XXI de otra industria, la musical. Se trata de Lady Gaga, quien el domingo último salvó del aburrimiento soporífero a la 87a entrega de los premios Oscar.

La celebrada actuación de Stefani Germanotta entregó una pista más del golpe de timón que la estrella pop le está dando a su carrera. No es un golpe definitivo, claro está, pero sí una nueva etapa que le da un merecido descanso a aquella mujer que producía periódicos escándalos para aumentar centimetraje en las revistas, y para provocar adhesiones y rechazos en las redes sociales.

El domingo, Lady Gaga participó del homenaje a La novicia rebelde. Se cumplieron 50 años del film que en su época se alzó con cinco premios Oscar y que se adhirió a la piel de varias generaciones. Con su interpretación sentida e impecable de "The Sound of Music" y su afectuoso abrazo con Julie Andrews, la Germanotta no hizo más que entrar en el corazón de un público que hasta aquí le era ajeno. No era a sus fans adolescentes a quien estaba dirigida su actuación.

Este nuevo capítulo en la vertiginosa trayectoria de Lady Gaga se suma a su encuentro artístico con Tony Bennett. El crooner y la joven se unieron en Cheek to Cheek para repasar el cancionero norteamericano. Naturalmente, los ojos y los oídos del público se posaron en la cantante y todos debieron levantar el pulgar derecho en señal de aprobación. Como esos boxeadores que acaban de ganar el título mundial y que quieren disfrutar de él antes de revalidar el logro, esta semana Gaga anunció que hará televisión: estará en la quinta temporada de la serie American Horror Story. Se sabe victoriosa y su táctica de desmarcarse de los moldes sigue rindiendo sus frutos.