Leon Bridges, la nueva voz del soul que recuerda a los clásicos

En su voz viven el pasado y el futuro del soul. Con 28 años y dos discos, el estadounidense Leon Bridges cautivó los oídos del mundo gracias a su sonido nostálgico -que remite a los grandes representantes del género, desde Sam Cooke hasta Marvin Gaye-, pero también a la capacidad de imponerse con su propia personalidad, más allá de las inevitables comparaciones.

Esta semana, Bridges llegará por primera vez a la Argentina para presentarse en Niceto Club mañana y abrir el show del ex-One Direction Harry Styles en el DirecTV Arena, el miércoles. Antes de todo eso, mañana al mediodía, entregará una pequeña muestra de lo que sucederá durante sus shows en un concierto exclusivo en los estudios de LN+. Su set acústico tendrá lugar en el marco de una nueva edición del ciclo Studio LN, que se transmitirá en vivo a través de YouTube e Instagram y que luego podrá verse en lanacion.com y en LN+, junto a una entrevista.

Bridges nació en 1989 en Fort Worth, Texas, en el seno de una familia humilde: trabajó como lavaplatos en un restaurante de comida mexicana hasta que el destino lo llevó a cruzarse con Austin Jenkins, guitarrista de la banda de rock sureño White Denim. Jenkins lo escuchó cantar en un bar con "micrófono abierto" y se ofreció a pagar por las horas de estudio necesarias para grabar las canciones que había compuesto de manera amateur. Meses después, la viralización de esos temas hizo que Bridges dijera las palabras que solo había soñado pronunciar: "Renuncio, acabo de firmar un contrato con Columbia Records".

De la mano de aquella discográfica responsable de tantos de los nombres más importantes de la música editó Coming Home, su disco debut, en 2015. El soul clásico y el R&B definieron una atmósfera melancólica, retro, pero al mismo tiempo fresca, en sus diez tracks; la evocación a aquellos grandes referentes históricos se plasmó en su tono vocal aterciopelado y en la elegancia que comenzó a reforzar en sus presentaciones en vivo y videos: con trajes impolutos y la sobriedad de movimientos dignos de una escena protagonizada por Fred Astaire (también estudió baile), Leon se impuso en el centro de la industria, que enseguida consideró su primer trabajo uno de los más destacados del año y lo nominó al Grammy como mejor álbum de R&B.

En los años sucesivos, lo convocaron para rendir tributo a Ray Charles en la Casa Blanca, en una presentación frente al entonces presidente de los Estados Unidos Barack Obama (interpretó el clásico "Lonely Avenue"); su tema "River" formó parte de la banda de sonido de la serie Big Little Lies (protagonizada por Nicole Kidman y Reese Witherspoon), y comenzó a abrir shows de artistas masivos como Pharrell Williams, además de sumar apariciones televisivas.

Este mes se editó Good Thing, su segundo disco de estudio. La actualización de su sonido se hizo evidente: "Ir a Los Ángeles y las colaboraciones me permitieron hacer un disco que refleja lo que soy, pero también las influencias que me fueron marcando en el camino", comentó Bridges sobre esta transformación, que se traduce en temas como "If It Feels Good (Then It Must Be)", con pulso disco-funk, o la también bailable "You Don't Know". El soul clásico sigue presente, sin embargo, en "Beyond" o "Mrs.". Con la clara intención de no ubicarse dentro de una única casilla sonora, en esta nueva etapa Leon también cambió aquel vestuario Mad Men por camisas coloridas y un look más relajado.

La esencia sigue siendo la misma: sus composiciones autobiográficas de temáticas universales como el amor y más particulares como su crianza en la humildad de una familia afroamericana del sur de los Estados Unidos (por ejemplo "Lisa Sawyer", de su primer disco, narra la historia de su propia madre) profundizan las posibilidades de conexión con su arte. Porque más allá de los géneros, y mientras en la industria proliferan los éxitos prefabricados, acaso el triunfo de Bridges radique en la autenticidad, en la certeza de estar frente a un artista que entiende y siente la música de una manera extemporánea y entrega su corazón.