Maiden, un feliz retorno
Recital de Iron Maiden, integrado por Bruce Dickinson, en voz; Steve Harris en bajo; Janick Gers, Adrian Smith y David Murray en guitarras, y Nicko McBrain en batería. Presentación de Dance Of Death. Invitados: Horcas y Oconnor. Anteayer, en el estadio de Vélez
Nuestra opinión: bueno
Una vez más, el hombre sacó a relucir su remera de Iron Maiden con la estampa de "The Number Of The Beast", el clásico álbum de 1982. No le importó que el negro de los primeros días hubiera dado paso a un gris casi impresentable; tampoco, que sólo quedaran algunas líneas de la estampa original. Valían los recuerdos y mucho, como el de la larga cabellera que seguro ostentó en los años 80. Buenos Aires fue una ciudad muy heavy y las 33 mil almas que se reunieron el domingo a la noche en el estadio de Vélez Sarsfield fueron a testificarlo.
Cosa difícil para Iron Maiden escaparle a la nostalgia, y más aún para los fans de treinta y pico, buena porción de los que se acercaron a Liniers. Desde que se reunió la formación más solvente, es decir, Bruce Dickinson en voz, Steve Harris en bajo, las guitarras de Janick Gers, Adrian Smith y Dave Murray y la batería de Nicko McBrain, la meta del sexteto fue recuperar la gloria perdida y regresar a estudios para componer nuevas canciones.
"Dance Of The Death", el álbum que la banda inglesa vino a presentar, es el resultado de su nueva incursión, tal vez una de las que más hayan disfrutado los músicos en registrar.
De vuelta de muchas batallas y excesos, el grupo salió de gira con su tesoro de veintiocho años, pero también con las novedades. Un público devoto lo esperaba aquí para volver a escuchar "2 Minutes To Midnight", "Hallowed By The Name" y "Run To The Hills", entre otras gemas, pero también para acompañar a su banda en el estreno porteño de "Age Of Innocence", "Gates Of Tomorrow" y los excelentes "No More Lies" y "New Frontier". Una puesta que aludió al arte de su último disco y un sonido también acorde con la Argentina posterior al uno a uno (se disfruta en los primeros cuarenta metros del campo; se intuye en el resto del estadio), fueron el marco para la quinta presentación en Buenos Aires de La Doncella de Hierro. Sus tics, trucos y clásicos apelaron al recuerdo en buena parte de las casi dos horas que duró el concierto, pero los nuevos temas abrieron la puerta para la llegada de otra etapa, flamante y renovadora. Es que Maiden lleva décadas flirteando con la muerte y ha sabido cómo mantener las buenas relaciones todos estos años.
Frontman por naturaleza, Bruce Dickinson se mueve por el amplio escenario de Vélez, salta, aúlla, sonríe. Se acerca a la batería de Nicko Mc Brain (uno de los más aplaudidos), juega con él y vuelve a salir disparado. Delgado y de pelo corto, el cantante luce renovado. Es parte importante de la historia de la banda y también de la nueva vida de Maiden.
Por eso se concentra aún más cuando canta las flamantes "Wildest Dreams" o "Paschendale" y araña los diez puntos en interpretación en la épica "New Frontier". Vestido de soldado tras una trinchera o mirando de reojo a la Parca, Bruce hace lo suyo: entretener a un público devoto que está dispuesto a acompañarlo. Tranquilo, el cantante que reemplazó hace más de dos décadas a Paul Di Anno, descansa en una fórmula inoxidable, en las tres guitarras pesadas, el bajo incisivo y la batería arrasadora que fueron el Olimpo del heavy allá por los años 80, mucho antes de la llegada del nü metal.
Esa remera gastada de tantas posturas convivió con las relucientes del "Dance Of Death Tour", con las de los mejores discos de la banda y también con los más flojos. Pero lo importante era volver a registrar el fenómeno, comprobar una vez más que el sexteto inglés es de los más queridos por estas tierras.
La banda pareció entenderlo y por momentos su entrega fue mayor a la que estaba dispuesta a dar. Y esa fórmula que en los años 90 no encontró a sus ejecutantes en sintonía, volvió a mostrar su carácter infalible el domingo último. Más de treinta mil personas levantando sus dedos índice y meñique no pueden haberse equivocado.
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