Daniel Barenboim. Pianista y director con carácter
El músico argentino-israelí brilla por su arte y por sus actos
Si hay algo que parece ajeno a la personalidad de Daniel Barenboim es el perfil bajo. El pianista y director de orquesta argentino-israelí brilla por su arte, pero también por sus acciones y declaraciones, siempre fuertes y muchas veces polémicas, en torno de la actividad cultural y política del mundo en el que vive.
Ayer, las noticias vinculadas con Barenboim llegaron en forma simultánea desde Berlín y Jerusalén, y sin escapar a está tónica.
En la capital alemana, el músico amenazó con renunciar a su cargo al frente de la Opera Estatal de Berlín debido a problemas con una federación que dirigirá las principales instituciones culturales de la capital alemana.
Al mismo tiempo, la ministra de Educación de Israel, Limor Livnat, que preside la comisión que concede el Premio Wolf a destacados científicos y artistas de todo el mundo (dotados con 100.000 dólares cada uno), declaró que sólo le sería adjudicada esta distinción a Barenboim si éste se disculpaba por haber dirigido hace dos años y medio una obra de Richard Wagner. Su reacción se produjo tras una queja de un diputado del Partido Nacional Religioso (Mafdal), Haim Orlev.
Autor tabú
En julio de 2001, Barenboim ofreció como bis con la Orquesta de la Staatskapelle de Berlín la obertura de "Tristan und Isolde" en el Festival de Israel. Esto ocurrió luego de que Barenboim les preguntó a los presentes si estaban de acuerdo con la idea. La cuestión derivó en aplausos, gritos y un debate de treinta minutos antes de que, finalmente, la obra de Wagner fuera interpretada.
Por sus ideas antisemitas y por el uso que, posteriormente, el régimen nazi le dio a su música, Wagner está excluido de los conciertos y la difusión radial.
Barenboim, que ayer se aprestaba a dirigir un concierto en el Musikverein, de Viena, se tomó unos minutos para salir al aire por Radio Israel para aclarar la situación. Según consigna la agencia de noticias AP, Barenboim denunció que el pedido de disculpas de Livnat estaba motivado políticamente. Consultado sobre si pensaba disculparse, dijo: "No sé de qué debo disculparme. Pero si hubo gente realmente herida por la situación, naturalmente que lo siento, porque no quiero hacerle daño a nadie. Aunque no creo que éste haya sido el caso".
Posteriormente, la misma emisora dialogó con la ministra Livnat, que se mostró satisfecha con la declaración del director de orquesta. "Me alegró que se haya decido a disculparse, y con esto el asunto ha quedado resuelto". Un asesor de la ministra dijo que Livnat había leído una transcripción del diálogo con Barenboim.
Desde anteayer
La controversia había comenzado anteayer, cuando la Fundación Wolf anunció que Barenboim iba a ser, junto con el chelista Mstislav Rostropovich, uno de los galardonados este año.
El pianista y director de orquesta ha sido objeto de rechazo por la derecha israelí, debido a sus duras críticas por la falta de resolución del conflicto con el pueblo palestino.
Significativamente, los miembros del jurado del premio Wolf señalaron que elegían a Barenboim porque "su dedicación a las causas en favor de los derechos humanos y la paz mundial han ayudado a unir a los individuos de todas las razas y credos. Barenboim está comprometido con la idea de que la gente puede escucharse mejor entre sí, a través de la música".
Barenboim dijo que el dinero del premio lo destinará a la continuidad de programas de educación musical en Israel y en Palestina.
Mientras tanto, la entrevista publicada por semanario alemán Die Zeit muestra a Daniel Barenboim encabezando nuevamente la fuerte disputa que se está dando en Berlín por el control administrativo de los tres teatros de ópera que posee la capital alemana.
Control
Dentro de pocas semanas, una nueva federación, financiada por el gobierno federal, deberá tomar el control de las tres óperas más una compañía de ballet.
Barenboim se quejó de que la federación pone en peligro la independencia de las compañías de ópera debido a que tendrá la última palabra acerca de las obras que deberán presentarse.
"Sin cambiarle los títulos, los tres directores (de las óperas) han sido reducidos a subdirectores, porque súbitamente hay alguien por encima de ellos que decidirá lo que pueden y lo que no pueden hacer", dijo el maestro. "Si yo no puedo presentar algo que tiene importancia para mí desde el punto de vista musical, no puedo continuar en este cargo", agregó Barenboim.
La federación fue establecida este año para tratar de mantener en funcionamiento las tres óperas subsidiadas de la capital -la Opera Estatal y la Opera Cómica del antiguo sector oriental y la Opera Alemana del lado occidental- en momentos en que la ciudad enfrenta una deuda de unos 47.000 millones de euros (57.000 millones de dólares).
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