Ernesto Jodos y Horacio Fumero. Piano, contrabajo y gustos en común
Vienen de una gira por Cataluña
La tarde cae pesada sobre Buenos Aires, cuando casi simultáneamente llegan al hotel Meliá, de Recoleta, el contrabajista Horacio Fumero y el pianista Ernesto Jodos. Dos músicos a quienes no les faltan proyectos y que decidieron reunirse en esta propuesta para desarrollar, desde sus propias ópticas, un mensaje diferente.
Jodos cabecea frente a la pregunta. "¿Un mensaje diferente?", dice y se responde: "Es un encuentro en el que trabajaremos sobre la improvisación. La propuesta se sostiene en ese deseo de ver qué pasa entre nosotros; la idea es interactuar sobre un material que nos gusta mucho, pero no buscamos algo diferente, si no más bien algo fresco y espontáneo".
Vienen de una pequeña gira por Cataluña, con una presentación en un pequeño encuentro, el Ataque de Jazz Festival, y los resultados muestran una curva ascendente, según ambos. Se presentarán mañana, a las 21, en el Jazz Voyeur, Posadas 1557; el viernes, a las 22, en Thelonious, aquí junto con el baterista Sergio Verdinelli y el martes, a las 21, en Notorious, Callao 966.
"Nos reúne nuestro amor por compositores como Monk, Shorter y Parker. Creo que la idea que buscamos es identificarnos a partir de gustos comunes. Esa es una de las cualidades de los standards, son tremendos puntos de encuentros que nos sirven para lanzarnos a la improvisación y aunque en el show también habrá música original de Jodos, el punto de partida es con material clásico", dijo Fumero, quien se encontró con Jodos a través de la propuesta de editar el disco "Solo", del pianista, en España.
"Los conecté con la gente de New Mood Jazz, un sello catalán, y salió la posibilidad de hacer una fechas a propósito del lanzamiento de ese disco en España", dijo Fumero. El contrabajista ya armó otra cabecera de playa en la península ibérica con el pianista Adrián Iaies, a comienzos de esta década.
Para Jodos, la idea de hacer conciertos de piano solo era una complicación. "Ese tipo de presentaciones requieren de lugares correctos, son difíciles y a no ser que uno sea Art Tatum que podía cerrarle la boca al público en 30 segundos de música, se vuelven complicados", admite el pianista, una de las cabezas más interesantes que tiene el jazz de Buenos Aires.
Por lo pronto, en las actuaciones quedó en evidencia un lenguaje con fuertes puntos de contacto y con química de rápida integración. "La música salió muy buena, tenemos conexión y hay una naturalidad en lo que hacemos que nos hace disfrutar del encuentro", dijo Fumero.
Respecto de la forma en la que trabajan, señalaron que enlazan las dos voces, la del piano y la del contrabajo. Dos voces permanentes que irán desarrollando desde pequeñas atmósferas conjuntas hasta dos líneas de discurso sólo unidas, a veces, por las tonalidades.
Mientras que Jodos mostró en los últimos años ser uno de los pianistas que mejor trabajan en la composición junto con una técnica pianística que sigue mostrando crecimiento, Fumero es un contrabajista que podría definirse como una continuidad del gran Ray Brown, de acompañamiento lírico y sonido gordo, aunque atado al piso rítmico.
En los proyectos personales, el contrabajista acaba de terminar con la filmación de "Todos amamos a Gloria Cole", para la que compuso la música y actuó; acaba de salir su tercer disco (segundo en España), "Contrabajeando", en el que participan el pianista José Reinoso, el trompetista Raynald Colom, el baterista David Xirgu y el armoniquista Antonio Serrano, entre otros, y fue convocado por Paquito D Rivera para la presentación en España de "Mesiánica", con Alon Yavnai en el piano y orquesta sinfónica.
Jodos este año tendrá como núcleo de su quehacer la música para cuarteto, con Carlos Lastra en saxos, Hernán Merlo en contrabajo y Sergio Verdinelli en batería.
Dos artistas de diferentes corrientes dentro del jazz que logran conjugar sus propios crecimientos en beneficio de una propuesta que si bien no es original, tiene personalidad y vuelo.
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