Vimos la misma escena muchas veces. Finalmente el verdadero amor gana, Fiona elige ser una ogra para siempre y se casa en el pantano con Shrek, el ogro que conquistó su corazón. Para animar la fiesta, Burro (interpretado por la voz de Eddie Murphy) se pone delante del micrófono y con la ayuda de los siete enanitos canta “I’m a Believer”, el cover de The Monkees que hicieron especialmente para esta película los californianos Smash Mouth. Es el cierre perfecto para un film que se hizo clásico y que, sin proponérselo, le puso nitro a la carrera de una banda que ya había empezado a despegar.
Dos años antes del estreno de Shrek, Smash Mouth lanzó su segundo disco, Astro Lounge (1999), una obra que se alejaba bastante del ska-punk de su antecesor, Fush Yu Mang (1997), y que contaba con un verdadero peso pesado, “All Star”, el hit que se convertiría en himno de la banda. Nunca pasó desapercibido. Primero apareció en la comedia de superhéroes Mystery Men (1999), luego en Digimon, la película (2000), y más tarde en el soundtrack original de Shrek: “All Star” y “I’m a Believer”, un dos por uno imbatible.
Para aprovechar el momento, la banda terminó ese 2001 exitoso con un disco nuevo en las bateas: el homónimo Smash Mouth, que cierra con “I’m a Believer” e incluye “All Star” como bonus track en algunas ediciones internacionales. Terminar sus discos con un cover es algo que hicieron desde el debut, con la versión súper ska de “Why Can’t We Be Friends?”, de War, el grupo funk que lideró Eric Burdon, de The Animals. Su segundo álbum cierra con “Can’t Get Enough of You Baby”, el clásico de los sesenta que grabó la banda The Four Seasons, y Smash Mouth versionó para la comedia romántica para adolescentes Can’t Hardly Wait (1998).
Una fábrica de hits
Pese a que para muchos la mera existencia de Smash Mouth comenzó de la mano del ogro más famoso del cine, lo cierto es que la banda pegó de entrada. Su primer single, “Walkin’ On The Sun” (1997), alcanzó el puesto número 1 del chart de Billboard Modern Rock Tracks y el número 2 en el chart Hot 100 Airplay”. También fue un éxito en Canadá, Irlanda, Italia, España y Australia. ¿Cómo suena? Como si metieran en una licuadora al piano hammond de The Doors, una pizca de rock alternativo al estilo Cake y un popurrí de todo lo que estaba pasando por la pantalla de MTV en aquel entonces. Un licuado explosivo a cargo del productor que trabajó en todos los discos de Smash Mouth: Eric Valentine.
La génesis de este grupo hitero fue la unión del cantante Steve Harwell y el primer baterista, Kevin Coleman, por aquel entonces manager de la banda de rap que tenía Harwell, F.O.S. (Freedom of Speech). Coleman convocó al guitarrista Greg Camp y al bajista Paul De Lisle, músicos de la escena punk de San Diego, y juntos conformaron Smashmouth. Sí, así, todo junto, como se llamaban al principio.
Su primer demo, “Nervous In The Alley”, una canción que está más cerca de las crestas de Rancid que de la banda sonora original de una película animada de DreamWorks, tuvo cierta repercusión y apareció un sello interesado: Interscope Records, que contaba entre sus filas con artistas de la talla de 2Pac, Dr. Dre, Snoop Dogg, No Doubt, Limp Bizkit y hasta Marilyn Manson, entre otros. Así llegó el debut, Fush Yu Mang, con “Walkin’ on the Sun” al frente y el cover “Why Can’t We Be Friends?”, relleno de una buena pared de ska punk, una propuesta bien californiana (imposible no pensar en No Doubt, Goldfinger o Sublime).
El cerebro de Smash Mouth
El cerebro detrás del éxito de “Walkin ‘on the Sun” y “All Star”, los grandes hits de Smash Mouth, fue el guitarrista Greg Camp, compositor de casi toda la obra de la banda. Al menos hasta 2008, cuando decidió alejarse del grupo para comenzar su proyecto solista. En septiembre de ese año lanzó el disco Defektor a través del sello Bar/None Records, un compendio de canciones con guitarras al frente que no tuvo repercusión alguna. Al año siguiente volvió a tocar en vivo algunas canciones con Smash Mouth pero no regresó oficialmente hasta 2018.
En el medio pasaron varios guitarristas, algunos bateristas, pero el cantante Steve Harwell y el bajista Paul De Lisle siguieron adelante. En 2011, Harwell protagonizó un episodio bizarro pero noble: lo que comenzó como un chiste en las redes sociales, retar al cantante a comerse 24 huevos a cambio de 20 dólares, terminó convirtiéndose en una colecta para el St. Jude Children’s Hospital de Memphis. El chef Guy Fieri preparó las dos docenas de huevos y Harwell cumplió el desafío con la ayuda de algunos fans y de Sharkie, la mascota de los San Jose Sharks, el equipo de hockey de su ciudad.
Al año siguiente, por fin llegó Magic, su séptimo disco de estudio, producido por el guitarrista de aquel entonces, Mike Krompass. En poco más de 30 minutos, Smash Mouth suena tan fresco como siempre pero con una pátina digital que dividió las aguas entre los fans más ortodoxos. La canción que le da nombre al disco es un buen ejemplo, aunque es mejor pasar por alto “Justin Bieber”, un intento de crítica a los tiempos contemporáneos que los transforma automáticamente en el meme del abuelo Simpson gritándole a una nube. Para cerrar el disco, una vieja costumbre olvidada: el cover. El elegido fue “Don’t You (Forget About Me)” de Simple Minds, un himno ochentoso y otro guiño al cine adolescente: la banda sonora de la película El club de los cinco (The Breakfast Club, 1985). Una versión demasiado respetuosa del tema original si tenemos en cuenta las licencias que se solía tomar el grupo.
El cine volvió a recurrir a Smash Mouth recién en 2014, para la version en inglés del film surcoreano de animación Pororo, una adaptación a la pantalla grande de la popular serie para chicos de este pequeño pingüino aventurero. La banda escribió especialmente para esta película dos canciones: “Beside Myself” y “Everything Just Crazy”.
La cronología sigue en 2016, con el lanzamiento del disco en vivo Playlist: The Very Best of Smash Mouth, compuesto de grabaciones de algunos shows en Rapid City, Dakota del Sur y Manila. En 2018, con la vuelta de Greg Camp a las filas, regrabaron todo Fush Yu Mang en versión acústica para celebrar el 20° aniversario de su ópera prima.
Hoy te convertís en meme
Pese a que la popularidad de Smash Mouth fue mermando con el tiempo, las redes sociales se encargaron de darle un poco más de vida. Parados en los difusos límites del consumo irónico, los usuarios tomaron el arranque del megahit “All Star”, la canción que demostró que los ogros también podían vivir felices por siempre, y la ungieron como meme.
Así, el guasón de Heath Ledger explota el hospital de Ciudad Gótica con la canción de fondo y todo se vuelve tragicómico. O Peter Griffin, de Padre de Familia, rueda por las escaleras una y otra vez mientras Steve Harwell repite hasta el hartazgo el primer verso del tema: “Somebody once told me/ the world is gonna roll me”. Hasta una escena de Avengers intervinieron con “All Star”, y una cantidad incalculable de bloopers en formato vine en los que, de repente, alguien destruye algo, se estampa la cara contra el piso o recibe una descarga eléctrica. Las combinaciones son infinitas y las veces que funciona, también.
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