“Siempre es divertido cuando tocamos juntos”, dice el baterista. Además, explica por qué nunca va a escribir un libro de memorias
Para su décimo noveno disco, Ringo Starr planeaba hacer su primera incursión en el country desde Beaucoups of Blues, de 1970. Pero cuando el calendario de su gira hizo que un viaje largo a Nashville resultara imposible, decidió sencillamente trabajar en el living de su casa e invitar a algunos viejos amigos como Peter Frampton, Dave Stewart, su cuñado Joe Walsh y Paul McCartney para que colaboraran en las canciones. “Terminó siendo un disco normal de Ringo, con una balada, un tema de country, un tema de rock”, dice el baterista, cuyo nuevo disco, Give More Love, salió el viernes 15 de este mes. “Fue un proceso muy relajado. Con Pro Tools, no necesitás todo el espacio que teníamos en Abbey Road. A veces ladra un perro y termina apareciendo en el disco.” Ringo, de 77 años, se acerca a su trigésimo aniversario al frente de su All-Starr Band, cuya alineación incluye a Steve Lukather (Toto) y Todd Rundgren. La gira de la banda para este año incluye una residencia en Las Vegas en octubre.
¿Cómo terminó Paul participando de las sesiones de grabación del disco nuevo?
Bueno, simplemente lo llamé un día y le dije: “Paul, tengo una canción que se llama ‘Show Me the Way’, y quiero que toques en ella”. Y como él es un muy buen amigo mío, me dijo que vendría hasta Los Angeles para hacerlo. Trata sobre [mi esposa] Barbara. Ella me muestra el camino. Quería que fuera muy personal. Mientras estábamos ahí, él también tocó en “We’re on the Road Again”. Eso fue amable de su parte.
Ustedes dos siguen sonando muy bien cada vez que se juntan.
Es que Paul es un músico increíble. También es un cantante y un compositor increíble, pero, para mí, como bajista, es el mejor y el más melódico. Siempre es divertido cuando tocamos juntos. Toqué en varios discos suyos, sobre todo en los 90. La gente nos dice: “Oh, ya pasó tanto tiempo”. No fue tanto tiempo. Hicimos los Grammy, hicimos ese show de los Beatles hace tres años. Así que seguimos siendo amigos, pero no estamos pegados el uno al otro.
Hay un par de temas de country en el disco que me recuerdan a Beaucoups of Blues. ¿Cuáles son tus recuerdos de esa época de tu vida?
Fui a Nashville, y lo hicimos en dos días. Pete Drake [quien tocaba la guitarra steel en All Things Must Pass] me decía que fuera para allá a grabar un disco, pero yo no quería pasarme varios meses viviendo ahí. El me dijo: “¿De qué estás hablando? Nashville Skyline lo hicimos en dos días”. Así que fui. Llegué un lunes. Hicimos el disco el martes y el miércoles, y me volví el jueves. Y eso fue todo. ¡Metíamos cinco temas por día!
Tu batería suena más fuerte que nunca en el reciente box set de Sgt. Pepper.
¡Sí! Giles [Martin, el hijo de George Martin] me subió bastante el volumen. ¡Y me encanta! No podíamos hacer eso en los 60. En aquella época, cuando estábamos masterizando, siempre bajábamos mi bombo. Tendrías que ir al show de Love [en Las Vegas]. Es pura batería, muy exagerado.
En “Electricity”, mencionás a Johnny Guitar, de tu grupo anterior a los Beatles, Rory Storm and the Hurricanes.
Cuando me cambié el nombre a Ringo, él se lo cambió a Johnny Guitar. Yo había dejado mi trabajo en la fábrica, y éste era mi primera experiencia como músico. Tengo grandes recuerdos de estar en esa banda. Si mirás mis discos solistas recientes, siempre hago alguna mención a Rory and the Hurricanes. Yo no quiero escribir un libro, porque cuento todo en mis canciones. Si querés leer mi libro, lo que tenés que hacer es comprarte 15 CDs y escucharlos todos, uno atrás del otro.
¿Qué papel tuviste cuando armaron el box set de Sgt. Pepper?
Giles lo remasterizó, me lo mandaron, y yo dije que me encantaba. Hay otro CD con diferentes tomas, como el piano que tocamos todos juntos para ese único acorde [de “A Day in the Life”]. Eso es muy interesante, incluso para mí, que fui uno de los que estaban ahí tocando. Me encanta. Es un poco como [el documental] Eight Days a Week que hizo Ron Howard. Me emocionó mucho verlo. ¡Y yo estoy ahí, por Dios!
Fue interesante ver una película de los Beatles que se enfocara únicamente en las giras.
La película nos mostraba simplemente como cuatro amigos. Siempre nos obligaban a tocar en estadios, porque no podíamos hacerlo en lugares normales. Y dejamos de girar porque sentíamos que no estábamos tocando tan bien. Yo no escuchaba lo que hacían los otros tres. Tenía que ver sus movimientos y pensar: “Ah, claro, ahora pasamos a esta otra parte”. Después nos separamos, por supuesto. Pero creo que las giras son una parte importante de lo que fuimos. Eso fue lo que siempre nos gustó hacer.
¿Vas a sacar ediciones deluxe de otros discos?
Espero que hagan el Album Blanco y Abbey Road.
¿Y Revolver y Rubber Soul?
No sé. ¡Digamos que sí! [Risas]. Si no los hacemos, perdoname.
Vas a salir de gira con la All-Starr Band este año. ¿Te van a seguir dando ganas de hacer esto dentro de tres años más, cuando cumplas 80?
Sí, me encanta. Es lo que hago. Mientras pueda agarrar los palillos, vamos a seguir tocando.
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