Un discípulo privilegiado
El joven compositor argentino Juan Manuel Abras, discípulo de Penderecki en el posgrado en composición de la Academia de Música de Cracovia, Polonia, se refiere a la trascendencia de su maestro: "Krzysztof Penderecki es una leyenda viviente de la música clásica. Muchas de sus obras –como el Treno por las víctimas de Hiroshima o la Pasión según San Lucas– se han convertido en piedras angulares de la historia de la música. Su capacidad para cambiar la superficie de la estructura de su producción, en el momento justo, sin alterar lo más profundo de dicha estructura, le permite mantenerse vigente, entre lo sacro y lo profano, en la era de la intertextualidad. Penderecki conjuga, como lo han hecho los grandes compositores de la humanidad, la maestría técnica con la expresividad inmediata. Sus obras maestras permiten la manifestación sincrónica del goce intelectual en los eruditos, en tanto enriquecimiento del deleite sensible que éstos comparten con el gran público: entender y conmover se subliman mutuamente".
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