Un tour que gravitó alrededor de La Plata

El público argentino tiene la cabeza llena de sueños. Eso entendió la banda liderada por Chris Martin, que eligió nuestro país para empezar y terminar la gira A Head Full of Dreams. Con los primeros shows del tour, en marzo y abril del año pasado y, particularmente, con estos últimos dos, Coldplay cierra una parábola que inició diez años atrás, con esas recordadas tres funciones en el Gran Rex. A la luz de la gran banda de shows de estadio en la que se convirtieron los británicos, sucesora y contemporánea de U2, aquellas noches del Rex son vistas hoy como recuerdos íntimos, como un primer guiño que crecería como esos romances de película. "Puede ser la última vez", contó anteanoche Chris Martin como quien arroja una humorada. Pero, por las dudas de que ello llegara a ser verdad (el destino no atendió nuestra llamada), los británicos se aseguraron de sellar la relación con el beso y el abrazo más intensos. Llevan días grabando material en el estudio porteño Romaphonic, registrando imágenes en la ciudad (probablemente para un futuro DVD), y a la versión emotiva de "De música ligera" le sumaron una canción, un aire de tanguito al que llamaron "Amor Argentina". A aquella remanida aseveración de que el público argentino es el "mejor del mundo" Coldplay le dio un nuevo matiz, un gesto que el público supo recibir, procesar y devolver al instante. Aquellos que fueron a los primeros y los últimos shows en el Estadio Único, hoy sienten que vivieron el tour completo. Un truco que hasta aquí nadie había mostrado con tanta eficacia.