Verónica Candomí: una voz que va del rock al folclore
Verdeado dulzor: Vidala del monte, A la mañanita, Musiquita, Vientito del Tucumán, Los libros de la buena memoria, Árbol de la vida, Hilito, y otros (Edición independiente) / Nuestra opinión: muy buena
Porque Verónica Condomí tiene la capacidad de abordar con solidez, sensibilidad y elegancia diversos géneros de la música popular, puede grabar un disco que va del rock al folklore o de la canción testimonial a la costumbrista sin alterar la paz social de ningún oído. Y porque le gusta hacer sociedades musicales, esta vez se junta con el stickista Matías Betti y logran juntos un armonioso disco llamado Verdeado dulzor.
Aunque no todos los temas tienen la misma cohesión instrumental, el álbum es prueba de que la voz de Condomí ganó madurez con los años sin perder los atributos de sus cuerdas vocales. Siempre es clara, nunca está aggiornada con floreos innecesarios. Tal vez sea esa una de las ventajas que tiene, por sobre otras cantantes, para vestir de un toque casi electro folk a "Viento del Tucumán", aquellos versos de Yupanqui musicalizados por Divididos. O plasmar con tanta nitidez "Los libros de la buena memoria", de Spinetta; "Zona de promesas", de Gustavo Cerati, y "El karma de vivir al Sur", de Charly García. Lejos de sonar ecléctico o variopinto, el repertorio de la cantante (temas del dúo o viejos éxitos de los grandes nombres recién mencionados de la música argentina) hacen de la variedad algo homogéneo.
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