Osvaldo Pugliese, una vanguardia inesperada

Hoy se cumplen veinte años de la muerte de Osvaldo Pugliese, uno de los más destacados pianista, compositores y, sobre todo, directores de orquesta que tuvo el tango. Seguramente este aniversario no sea tan relevante como el legado que ha dejado, pero es la fecha la que invita a detenerse en la dimensión de su figura, alimentada tanto por la música como por un anecdotario derivado de su pensamiento político y de convicciones que nunca pudieron ser doblegadas.

Observemos el aspecto musical. Don Osvaldo, nacido en 1905, en el barrio de Villa Crespo, fue un vanguardista inesperado. Esto visto en un sentido literal del término. Incluso, fue más vanguardista que Piazzolla. Porque la música de Astor fue nueva y revolucionaria en la época en que fue compuesta. Y hoy suena, justamente, a música moderna de la época en que fue escrita. En cambio, la orquesta de Osvaldo fue vanguardia sin proponérselo porque su estilo adquirió nueva vigencia a través del nacimiento, con el comienzo del nuevo milenio, de muchas típicas de gente joven. Alcanzan dos tangos para hablar de su talento. "Recuerdo", por su melodismo; "La yumba" porque es la más acabada representación de un estilo con el que tantos jóvenes se sintieron identificados.

Hubo música y valores que contagiaron a la camada que desde finales de los noventa fueron influidos por esa impronta. Color Tango (grupo integrado por veteranos músicos de su orquesta), la Fernández Fierro, la Imperial o La Furca, entre tantas otras. Hoy es un buen día para el "Recuerdo" y para "La yumba"; también para volver sobre el maravilloso arreglo que, en 1965, Julián Plaza hizo del tema "La mariposa", para la orquesta de Pugliese.ß