Más real que Gran Hermano. Para aburrirse mejor
Las 24 horas del día, voluntarios con videocámara incluida
NUEVA YORK ( The New York Times ).- Justin.tv, un emprendimiento de San Francisco que provee video en la Web, quiere hacer de todos estrellas como lifecaster (es decir, esa gente que transmite su vida en vivo). No hace falta ser habilidoso para cantar, bailar ni contar historias, sólo hay que tener buena predisposición para transmitir cada minuto de su vida cotidiana en tiempo real. Esto es 24 horas por día, 7 días a la semana, vaya donde vaya. ¿Pero puede construirse un negocio sobre una audiencia acotada a los que quieren ver algo más real que los reality shows de la televisión? Después de todo, Survivor o Gran Hermano cuentan con una edición comprimida con los mejores momentos, lo que exprime la vida y la deja hecha un paquete compacto de entretenimiento. Y, si no es el caso, cuenta con bastante producción detrás. La transmisión en tiempo real, en tanto, muestra la vida en una forma integral, sin concepto temático, sin director de casting, sin editor, sin nada que sea diferente de la vida del espectador. Salvo la cámara.
Los cuatro fundadores de Justin.tv, con promedio de edad de 23 años, pensaron en formas económicas de difundir video en Internet, pero no fueron mucho más allá si se trata de negocios.
Este mes, después de otros 7 online, Justin.tv declaró formalmente que están listos para hacer negocios. En sus primeros cinco días, dice la compañía, crearon 18.500 horas de video y tuvieron 500.000 visitantes. Lo que no dicen las estadísticas es cuánto tiempo se quedaron: en una prueba hecha por este cronista durante un día hábil, se encontraron 44 visitantes -en promedio- en cada uno de los 8 canales más visitados.
Antes de que Justin.tv empezara, aparecieron otros sitios con video en vivo, como Stickam y Ustream.tv, dando espacio a espectáculos duraran lo que duraran, a diferencia de los 10 minutos que permite YouTube. Nada más.
Detalles de un sándwich
El lifecasting , como forma de arte conceptual, viene dando vueltas hace rato. El proyecto Jennicam , de Jennifer K. Ringley, permitía que la cámara estuviera con ella todo el tiempo, incluso en los momentos de mayor intimidad. Una vez que se cruzó la frontera entre lo público y lo privado, sin embargo, los lifecasters que la siguieron no podían retener la audiencia si no hacían lo mismo: ya estaba hecho. Pero Justin.tv decidió que no aceptará el nudismo.
Para empezar Justin.tv, Justin Kan, uno de los cofundadores, se lanzó a transmitir su vida (tanto en su oficina como en la cama, en su casa, parece pasar una horrible cantidad de tiempo frente a una computadora). Y Justine Ezarik, la segunda voluntaria del proyecto y una joven atractiva, se ha convertido en una de las más populares lifecasters del sitio. Ezarik explica al mundo cada detalle de su compra de un sándwich en un aeropuerto, o invita a todos a verla mirar televisión en un cuarto de hotel.
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