Antonio Banderas, reconciliado con su hija Stella del Carmen

"Se lo dedico a la persona de la que me perdí los mejores planos y que, sin embargo, ha sido mi mejor producción. Ella sufrió más que nadie mi pasión por el cine, sufrió mis ausencias prolongadas. Te dedico este premio pidiéndote perdón a ti, hija mía". Aún emocionado por el momento vivido sobre el escenario al recoger el Goya de Honor, hablamos con Antonio Banderas entre bambalinas. "Este trabajo se pasa en hoteles, aviones, rodajes... y me he perdido muchas cosas de la vida de mi hija que ya no se pueden recuperar. Pero ahora empieza una nueva etapa en mi vida, ella ya tiene 18 años y viviremos otros momentos". Estas palabras crearon cierta polémica, ya que algunos interpretaron que el motivo de sus lágrimas podría deberse también a un supuesto distanciamiento entre padre e hija tras la ruptura del actor y Melanie Griffith y el inicio de su relación con la holandesa Nicole Kimpel.

Pero que en determinados momentos hayan estado separados por trabajo no cambió su relación.

Según pudimos saber, Antonio mantuvo contacto a diario y continuo con Stella y también siguió viendo a Alexander y Dakota, los hijos de Melanie que él siempre consideró como suyos. Tras el inicio del proceso de divorcio, en julio y agosto, Antonio y Stella vivieron una experiencia única al recorrer el Camino Inca, en Perú, hasta llegar a las ruinas de Machu Picchu. Una aventura inolvidable de cuatro días –de la que hoy tenemos las imágenes–, que sirvió de reflexión y unión entre padre e hija. El viaje no terminó allí, ya que después visitaron Valle Sagrado y Cuzco. Si bien está previsto que en los próximos meses Antonio filme una película donde interpretará a Picasso, su proyecto más importante es pasar más tiempo con su hija. Por eso no descarta trasladarse a Manhattan: "Stella va a ir a la Universidad a Nueva York y yo probablemente me voy a mudar allí y la voy a tener muy cerquita".