Belén Rodríguez: conocé a la argentina que "enciende" el circuito de Moto GP

En Italia la conocen todos. Condujo el popular Festival de San Remo, estuvo al frente del programa de televisión Italia’s Got Talent y tiene dos perfumes con su nombre. Es una chica de tapa y las revistas laten al ritmo de su corazón. Desde hace dos años y medio, reproducen su historia de amor con Andrea Ianonne (28), piloto de Moto GP, un personaje rico por su talento y excentricidades, como si se tratase de una fotonovela.

Pero acá, en Argentina, su tierra natal, poco sabemos de Belén Rodríguez (33)... Empezó con castings a los 17, antes de terminar el secundario, pero siempre recibía la misma respuesta: "Tu imagen no da para modelo". Su perseverancia finalmente tuvo recompensa: ignorada por los cazatalentos locales, fichó para la agencia italiana Major y se instaló en Milán, desde donde construiría su carrera. Ahora, en charla con ¡Hola! Argentina, repasa su historia: "Llegué a Europa con 20 años y 180 euros en el bolsillo. Parece poco dinero, pero fue un gran punto de partida: hice todo lo que quise", cuenta desde Ibiza, donde pasa sus vacaciones embarcada, aunque ya fue descubierta y fotografiada por los paparazzi.

–¿Cómo tomó tu familia la decisión de irte de Argentina?

–Fue muy fuerte para ellos, pero siempre me apoyaron. Cuando me confirmaron que había sido seleccionada en la agencia, nadie se lo esperaba. Yo estaba muy entusiasmada y tenía como objetivo superar la crisis económica que teníamos en mi familia. Soñaba con poder comprarles una casa grande y linda a mis padres… Y, por suerte, lo logré. Los extrañé mucho en los primeros años, porque no teníamos plata para los pasajes y no podían venir a verme. Me llevó un tiempo, pero finalmente logré traerlos conmigo –a mis dos hermanos también– y hoy vivimos todos en Milán. Podrían haber venido antes, pero mi mamá no quería renunciar a su trabajo… Cuando nació mi hijo Santiago (5), mamá no se aguantó tenernos lejos, dejó todo y se instalaron acá.

–¿Qué tal sos como mamá?

–Trato de dejarlo ser libre, me gustaría que crezca de manera independiente, aunque en Italia los padres son más protectores. Todavía es chico, pero se porta muy bien. Me encanta llenarlo de besos.

–¿Te gustaría tener más hijos?

–Sí, me encantaría tener al menos dos más. Cuando me casé en 2013 [con el bailarín Stefano De Martino, de quien se separó dos años después] quedé embarazada casi sin pensarlo. Ahora que ya soy mamá, no lo haría así de rápido. Esta vez, quiero tomarme mi tiempo para volver a tener un hijo, quiero estar bien segura.

Cuando llegué a Italia estuvo mucho tiempo sola. Mis padres no podían visitarme porque no teníamos plata para los pasajes. Pude traerlos, con mis dos hermanos, y hoy vivimos todos en Milán

–¿Qué te enamoró de Andrea?

–Su paciencia, es un compañero espectacular. Si quiere algo no para hasta conseguirlo. Lo conocí gracias a mi hermano, Jeremías, que era muy amigo de él. En ese momento, yo me estaba divorciando, nos hicimos amigos y después nos terminamos enamorando. La luchó bastante porque yo estaba muy triste, no tenía ganas de iniciar una nueva pareja, estaba desilusionada del amor. Andrea es muy perseverante.

–¿Pensaste en volver a casarte?

–Por el momento, no. No creo en el contrato del matrimonio. Además, ya pasé por esa desilusión. Me gustan las fiestas para festejar el amor, pero firmar un papel para siempre no me parece. Creo que ninguna persona puede respetar ese "contrato". Para mí el amor es elegirse todos los días, no algo que te impone un papel.

Siempre sueño con volver a Argentina. Me llamaron para el Bailando..., pero no puedo estar todo el certamen allá

–Hace poco se dijo que Andrea y vos estaban en crisis…

–Me resbala lo que dicen, sé que Italia me adora, tengo buena relación con la gente por la calle y eso me parece más importante y gratificante. Antes me enojaba y contestaba todo. Planificaba una entrevista para decir mi verdad, pero ahora me hice una coraza y trato de que no me lastime lo que hablan los demás. Hace diez años que trabajo en televisión, los primeros años cuando me perseguía un paparazzi era divertido, hoy te digo que no siempre me lo tomo con gracia. Pero sé que es el precio que se paga por hacer este trabajo. Vivir con fotógrafos en la esquina de tu casa todos los días no es divertido. Ahora ya aprendí a esquivarlos. Para las vacaciones, por ejemplo, con Andrea preferimos alquilarnos una casa y nos quedamos ahí adentro. Él es más reconocido que yo, lo conocen hasta en Tailandia…

–¿En algún momento pensaste en volver a vivir a Argentina?

–Cada tanto lo pienso, siempre tengo mi país en el corazón. A mí me encantaría poder trabajar también allá, ahora me llamaron para participar del "Bailando...", pero se me complica estar todo el certamen. Debería llegar a un acuerdo para ir sólo unas semanas y volverme porque acá también tengo mi programa. A Tinelli lo conocí haciendo promociones para una marca hace dieciséis años, así que sería divertido volver a verlo como participante de su show.