Ben Affleck está listo para dejar sus "dramas" en el pasado y enfocarse en su carrera y el amor
Actor, director, productor y favorito de los paparazzi desde hace tres décadas, Ben Affleck parece estar emprendiendo de nuevo el camino de la redención en Hollywood. En una industria en la que las historias de caída y recuperación son festejadas, el director de Argo vuelve a demostrar la benevolencia de los estudios y los medios para con los hombres blancos y sus traspiés públicos.
Por estos días, con muchos proyectos en marcha como actor que incluyen su reaparición como Batman en la versión de Zack Snyder de La Liga de la justicia que se estrenará en HBO Max y en The Flash que dirige Andy Muschietti, y dos films anunciados como director, Affleck dejó atrás los momentos en los que su alcoholismo lo llevó a tratamientos de rehabilitación y a una suerte de exilio de las grandes ligas de Hollywood.
Para muchos de los medios que se ocupan de su vida personal y sentimental desde que su carrera dio el gran salto con la película En busca del destino, film que le valió el premio Oscar al mejor guion original junto a su amigo Matt Damon, la nueva oportunidad de Affleck se debe a la ayuda de dos de las mujeres de su vida. Por un lado, su exesposa, Jennifer Garner, con la que tiene una excelente relación y sigue apoyándolo al punto de que fue quién intervino a su favor cuando una nueva recaída casi le costó el despido de la película The Way Back, en la que, curiosamente, interpretaba a un hombre en busca de la redención después de dilapidar su fama en la juventud. Claro que la relación más fotografiada del actor en la actualidad es con Ana de Armas, la celebrada protagonista de Entre navajas y secretos nacida en Cuba y criada en España cuya ascendente carrera la colocó también en la mira de los fotógrafos que descubrieron el romance cuando ambos trabajaron juntos en el film Deep Water, en el que interpretaron a un matrimonio en problemas.
Según los medios norteamericanos y españoles que siguen el día a día de la pareja, la influencia de Armas y su dedicación a la actuación contribuyeron en gran medida al buen momento de Affleck, que a principios de este año en una entrevista para The New York Times habló de sus problemas como el alcohol y de cómo habían afectado a su matrimonio con Garner con la que tiene tres hijos.
Sobre el divorcio decía que era el mayor arrepentimiento de su vida. "La vergüenza es realmente tóxica. No hay ningún subproducto positivo de la vergüenza. Es solo una sensación tóxica y horrible de baja autoestima y autodesprecio. Bebí de manera relativamente normal durante mucho tiempo. Lo que sucedió fue que comencé a beber más y más cuando mi matrimonio se estaba desmoronando. Esto fue en 2015, 2016 y, por supuesto, creó más problemas matrimoniales", reveló el actor que hace pocos días en uno de sus paseos junto a su novia vistió una remera con la leyenda en castellano "Se acabó el drama", una declaración significativa para alguien que lleva toda su vida adulta en medio de varios dramas, además de un guiño al idioma y origen de su nueva pareja ya que la prenda fue fabricada por una marca de ropa, Clandestina99, afincada en Cuba.
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