Instagram me dio todo: amor, trabajo y popularidad", admite Stephanie Demner (27) al hablar sobre su presente. Es que hace cuatro meses comenzó su noviazgo con el tenista Guido Pella (28) –ubicado en el puesto 65 del ranking ATP–, al que conoció a través de las redes sociales de su migo Diego "Peque" Schwartzman: "Ellos estaban jugando la Copa Davis, vi una foto que subieron juntos y dije ‘apa, ¿quién es este chico?’. Le pasó mi número y estuvimos un mes chateando a la distancia sin parar, hasta que volvió a Buenos Aires y nos vimos", cuenta.
–¿Cómo fue la primera vez que se vieron?
–¡Los dos teníamos mucha expectativa! Elegimos que fuera en casa, porque teníamos miedo de que nos sacaran una foto. A los cuatro días él tenía un viaje planeado a Bahía Blanca, para visitar a su familia, y me invitó para que lo acompañara. En el aeropuerto antes de embarcar nos sacaron una foto, entonces a la semana de empezar a salir ya habíamos "blanqueado". A mí me había pasado que me inventaran un romance, pero a él no. Fue cuestión de tiempo, de acostumbrarse.
En mi casa adoran a Guido. Mi abuela ya lo amaba desde antes de conocerlo y cuando yo estoy de viaje y no puedo ver sus partidos, ella me va contando todo por WhatsApp
–¿La presentación familiar también fue tan rápido?
–Cuando llegamos nos fue a buscar su familia al aeropuerto, así que fue inevitable. Pero estuvo todo superbien y pegué buena onda desde el principio. Ahora su mamá es como mi madre postiza, hablo todos los días. En mi casa también lo adoran, mi abuela ya lo amaba desde antes de conocerlo, pero ahora todos somos sus fans: no nos perdemos nunca un partido. Si estoy de viaje y no puedo verlo, mi abuela me va contando todo por WhatsApp.
–¿Qué fue lo que te enamoró de él?
–Su personalidad. También nos complementamos en las cosas que somos distintos. Nos llevamos muy bien, podemos estar todo el día juntos y no nos cansamos. Estamos de novios hace sólo cuatro meses, pero en esta relación siento tranquilidad. Por primera vez estoy disfrutando de un amor al ciento por ciento, de generar los encuentros y acompañarnos en nuestras carreras.
–¿Te genera celos su carrera?
–Por suerte no. Nuestros trabajos son complicados, porque es difícil encontrarnos los dos en el mismo país al mismo tiempo. Pero creo que lo más importante es la confianza que construimos. No me importa si está rodeado por treinta mujeres, estoy tranquila porque sé que no me va a faltar el respeto. Él tampoco es celoso de las producciones que hago, ni me manda mensajes para saber con quién estoy. Sus mensajes siempre son cariñosos, es muy atento.
Stephanie también fue novia de Juan Martín del Potro. Estuvieron juntos tres años: se separaron en 2013, y volvieron a darse una oportunidad en 2015…
–¿Resulta difícil tener una relación cuando la distancia es la constante?
–Yo no tengo problema porque soy muy independiente. Empecé a trabajar a los 14, a viajar sola, así que creo que hace bien estar un tiempo separados, le da un aire nuevo a la pareja. Nuestra relación es libre, nos damos nuestros espacios, y nos tenemos mucha confianza. En un tiempo se va seis semanas y no pienso sufrirlas, sé que tengo toda la vida para estar con él. Además, está todo el tiempo en competencias, entonces trato de que tenga la cabeza tranquila. Mi rol es darle tranquilidad emocional, soy muy positiva y trato de transmitirle eso. Ser la novia de un tenista tiene una pizca de incertidumbre, porque nunca sabes dónde vas a estar mañana. Eso a mí me encanta, porque me gusta mucho viajar y con mi trabajo organizo mis horarios
–¿Pensaste en dejar tu carrera para acompañarlo?
–¡No lo haría nunca! Porque a la larga te podés arrepentir… creo que es mejor que cada uno haga su carrera, cumpla sus metas, y a la par tener una relación. Si hay confianza y libertad, cada uno puede seguir su profesión. Yo proyecto con él, mi sueño a nivel personal es formar una familia, pero no ahora. Además, nuestras carreras son cortas. Este es el momento de abocarnos a eso.
–¿Te gustaría casarte?
–Sí, pero no me imagino la gran fiesta, sino algo más íntimo. No gastaría un millón de dólares en una noche en un salón, con esa plata prefiero irme de viaje.
No me importa si Guido está rodeado por treinta mujeres, estoy tranquila porque sé que no me va a faltar el respeto. Ojo, él tampoco es celoso de las producciones que hago
–¿Qué recuerdo te queda de tu relación con Juan Martín del Potro?
–Estuvimos como tres años de novios. Primero cuando era más chica, después a los 24… Fue mi reincidente. [Risas]. Pero, en general, de cada noviazgo que tuve me llevé un aprendizaje, todo me sirvió de experiencia. Cuando estaba con él era más chica, ahora sé qué cosas me gustan de un hombre y cuáles no. Hice mucho trabajo en terapia, que me dio más herramientas para formar una buena relación.
Soy una persona cero conflictiva, y por eso a veces me quedaba callada y después explotaba. No le daba la oportunidad al otro de darse cuenta, ahora prefiero ser más frontal, busco relaciones más sinceras.
Ya pasó mucho tiempo, crecimos los dos, nos equivocamos, pero ahora ya me lo volví a cruzar y está todo más que bien, nos saludamos correctamente.
–Se dijo que vos tuviste que ver en su mala relación con Pico Mónaco.
–Nada que ver, fue todo trucho. También decían que salía con Pico mientras salía con Del Potro, y en ese momento, Pico estaba con Zaira. Por suerte, me la crucé en el gimnasio y nos reíamos las dos de esa noticia. Con Pico no pasó nunca nada, ni un piquito. Lo adoro, fuimos compañeros de trabajo este año y todo bien. Me parece lo máximo, es una de las personas más buenas que conocí en el ambiente, pero nunca pasó nada entre nosotros.
En carrera hacia la cima
No sólo vive un presente de plena felicidad en lo personal, sino que Stephie también está pasando un gran momento como modelo e influencer. Todo empezó cuando a los 13 años fue a cortarse el pelo con su mamá a la peluquería de Roberto Giordano, y el peluquero quedó impactado por esa adolescente y le sugirió que pensara en ser modelo. Así fue como Stephie se anotó en la escuela de Ricardo Piñeiro, pero al principio no la pasó nada bien: "Todas tenían más condiciones que yo: eran altas y esbeltas. No me saludaban y sufrí mucho la competencia. Pero hice mi camino y llegué. Hoy me cruzo a muchas de ellas", recuerda risueña. "Una vez le pedí a mi mamá que llamara a una revista para preguntar cómo hacían las chicas para salir ahí, y al tiempo fui la imagen de tapa", cuenta. Ahora su realidad es otra: las marcas la contratan para que esté presente en los eventos y le pagan por un posteo en su cuenta de Instagram. "El año pasado Custo Barcelona abrió un local en Buenos Aires, yo fui a cubrirlo para redes sociales y me preguntaron si quería desfilar en New York Fashion Week. Mi primera respuesta fue ‘no sé’, porque tenía miedo de que no me entrara la ropa. Finalmente hice dos pasadas, y aunque pedí que los tacos no fueran tan altos para estar más cómoda, no tuve opción porque era la más petisa. [Risas]. Después de eso me escribieron de Chiara Ferragni Collection, para ver si quería ser embajadora de la marca… Esos pequeños logros hacen que uno se acerque a cosas que uno nunca pensó".
–¿Cuál es tu próximo sueño?
–No sé, voy dejando que la vida me sorprenda. Amaría trabajar para Gucci o Louis Vuitton.
Beneficios de influencer
Stephanie tiene una vida muy activa en redes sociales. Asumió su rol de influencer como un trabajo. Igual que el modelaje. Ya consiguió 721 mil seguidores en Instagram, lo que se traduce en algunos beneficios de lo más curiosos: como su seguidores la mencionan cada vez que piden comida a través de una aplicación de delivery, acumula un crédito de 700 mil pesos ¡que le garantizan almuerzos y cenas gratuitas por mucho tiempo! Lo mismo sucede con una aplicación de autos con chofer, donde tiene a disposición viajes sin cargo por cinco mil kilómetros. "Saber que soy una referente para las chicas es una responsabilidad. Mi diferencial fue salir de la pose de modelo, me animé a mostrarme al natural, con defectos", asegura.
Producción: Jorge León / Maquillaje y peinado: Paula Reyes, para Sebastián Correa, con productos Givenchy / Agradecimientos: Racket Club, Complot, Adidas, Las Pepas, Arezzo para Grimoldi, Luna Garzon, Fila y Trosman.
Más leídas de Personajes
"Nos hacemos respetar". Marcela Tauro y sus “encontronazos” en TV: desde Jorge Rial y Luis Ventura hasta Flavio Azzaro
En fotos. Del tierno gesto de Germán Paoloski al orgullo de Dolores Fonzi, las mejores postales del estreno de Pequeños grandes momentos
Lejos de la cienciología y de su papá. Suri cumple 18 años mientras Tom Cruise se muestra feliz a kilómetros de distancia