Creador del complejo urbanístico de Tigre, el empresario usó las redes sociales para manifestarse a favor de la popular infusión rioplatense
"Mateando en Nordelta con mi hijo Gonzalo”, fue la frase que usó Eduardo Costantini para sumarse a la mateada organizada por algunos vecinos del complejo privado en contra del polémico audio de WhatsApp de la llamada “Cheta” de Nordelta, que se viralizó la semana pasada. Si bien el empresario ya había dado su opinión durante una entrevista radial –“me parece muy importante la reacción de la gente ante esta actitud inexplicable: los nordelteños reaccionaron en contra de la actitud de esta mujer que expresó una visión que no solamente hay en Nordelta, sino también en Buenos Aires”–, el posteo de la foto fue, sin duda, el más oficial de los gestos de repudio contra un mensaje discriminador que argumentaba “problemas visuales” al ver a sus vecinos tomando mate en el muelle. El sábado 10 también hubo una mateada en La Bristol, la playa marplatense que la “mujer normal, cirujana”, eligió para sus despectivas comparaciones.
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