El desfile de Roberto Giordano: una tradición que sigue vigente

Por Silvina Ajmat

Enviada especial

Calma chicha, en La Mansa. Suave brisa, en La Brava. La frase de Roberto Giordano que se hizo célebre por pronunciarla en cada uno de sus desfiles estaba implícita, porque la noche era realmente agradable. El tradicional evento que todos los años organiza el estilista en Punta del Este se llevó a cabo sin inconvenientes, a pesar de los rumores de una supuesta suspensión que circularon la semana pasada por estas playas.

La cita era a las 20.30, pero el comienzo del espectáculo se retrasó por motivos inciertos una hora más. A las 21.30 la gente ya aplaudía con impaciencia cuando las luces de la pasarela se encendieron para el ingreso al atril de la conducción de Roberto Giordano y Teté Coustarot.

Más de 60 modelos pasaron con distintos vestidos y looks a lo largo de las dos horas del show, pero las más destacadas de la noche fueron, sin dudas, las top argentinas Ingrid Grudke, Paula Cháves y Dolores Barreiro, que fueron las encargadas de abrir y cerrar las pasadas más importantes, aunque también Débora Bello, Natalia Botti y Lara Bernasconi pisaron fuerte en la pasarela esteña.

Como ya es costumbre, las pasadas estuvieron cortadas por breves espectáculos musicales que hicieron vibrar al público: el galán de la noche fue Juan Darthés que cantó un candombe acompañado por la percusión de un grupo uruguayo. También el doble de Luis Miguel, Andrés Rey, un imitador profesional que ya es habitué del Conrad, porque con su milimétrica interpretación de los movimientos del Sol de México, deja perplejos a muchos y se hizo popular entre el público del Este. "Es igual", comentaban desde la platea, e incluso hubo quienes no entendieron que se trataba de un doble.

Luego, las pasadas más esperadas de la noche: Dolores Barreiro presentó su línea de ropa, que tiene local propio en Buenos Aires y espera instalarse pronto en Punta del Este. Con música hindú hicieron su aparición las modelos llevando vestidos con fuerte influencia oriental y colores brillantes. Barreiro cerró la pasada con un vestido negro, bordado con piedras, elegante y muy original.

Soledad Solaro debutó en las pasarelas con su línea de ropa en este desfile, y presentó una colección muy colorida, con mezcla de texturas y estampas.

Hacia el final, los largos: Verónica de la Canal mostró sus nuevos vestidos bien barrocos, con toques ultra modernos en volados y accesorios. Benito Fernández presentó su colección Afrikania, teñida de animal print e influencias selváticas. La mezcla de colores y la ausencia de una paleta definida, ya son su marca registrada, estilo que fue avalado con grandes aplausos por el público en la noche de Giordano.

Desde la platea observaban atentos Lucho Avilés, Gerardo Romano, Ricardo Piñeyro y Graciela Alfano, quien causó una revolución luego de terminado el evento, cuando toda la prensa se le abalanzó en busca de alguna jugosa declaración.

Cerca de la medianoche, un espectáculo de fuegos artificiales al son del clásico "Gloria", puso fin a una velada que ya es tradición en el verano de Punta del Este, y que tiene la vigencia de una marca instalada en el imaginario de la gente. El desfile más importante del verano esteño cumplió así, contra todos los pronósticos, con su edición 2011.

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