El mejor show de polo del mundo en Palermo

Con las tribunas colmadas y una temperatura de más de 31 °C, la Catedral ardió una vez más bajo el sol. La Dolfina, el equipo con handicap perfecto (40 goles) liderado por Adolfo Cambiaso y Las Monjitas, con Guillermo Caset e Hilario Ulloa a la cabeza, dejaron el cuerpo y el alma durante la final del 125° Abierto Argentino de Polo. El público acompañó cada hazaña de los gladiadores del taco y de la bocha con cantos, música y banderas blancas y azules, el color del team de Cañuelas, y otras naranjas, el tono insignia del equipo que logró la hazaña de dejar afuera de la final por primera vez, en muchos años, a Ellerstina.

En el palenque sobre Libertador, María Vázquez cumplió el ritual de descalzarse y salir a ver el partido ya avanzadas las primeras instancias. La acompañaban Josefina Aldanondo, la mujer de Juan Manuel Nero, que está embarazada de ocho meses (esperan una mujer) y estaba sofocada por el calor; Mercedes Venancio, la mujer de Pablo McDonough; y María José Vercellino, casada con el uruguayo David "Pelón" Stirling. Como una familia, tal como les gusta definirse, se abrazaban entre ellas, apretaban los labios ante cada penal y entretenían a sus hijos, infaltables en cada fecha.

Cada vez se me hace más pesado, ya tengo más edad y soy muy exigente conmigo mismo. Por eso, hoy vivo esto como una caricia, justifica todo el esfuerzo del último tiempo

En el palenque contrario, Inés Badiola alentaba a su marido, Guillermo Caset, en solitario: Clara Ferraiuelo eligió mezclarse en la tribuna con sus hijas, para hinchar por su marido, Hilario Ulloa, e intentar bajar la ansiedad. "Estábamos muy nerviosos, sabía mos que era un rival muy duro. Pero, a la vez, estar en la final te ilusiona y confirma que ¡se puede!", le dijo a ¡Hola! Clara, cuando el partido era historia y La Dolfina había vencido a Las Monjitas por 17 a 12.

UNA MAÑANA ESPECIAL

Cada vez que Cambiaso llega a una gran final, María le escribe a su marido una carta abierta y amorosa, en las redes sociales. La mañana del domingo decidió hacerla extensiva a todo el equipo: "Quiero agradecerles por tantos momentos compartidos dentro y fuera de la cancha. Deseo de todo corazón que disfruten cada chukker y que lo jueguen como si fuera el último que juegan juntos. (…) Estamos todos acompañándolos con mucho orgullo por todo lo que han logrado y lo que han crecido como jugadores, como compañeros y como hombres. Cuando lo dejen todo en la cancha sean un ejemplo para sus hijos". Después, tomaron todos juntos el desayuno, entre divertidas anécdotas y buenos deseos.

LUZ, CÁMARA, ACCIÓN

Las puertas de Palermo se abrieron temprano, ya que a las 13 se jugó la final del Abierto de Polo Femenino (que ganó la hija de Cambiaso, Mia). Desde el mediodía estaban Eduardo Novillo Astrada, presidente de la Asociación Argentina de Polo, y su mujer, la modelo y fotógrafa Astrid Muñoz, como anfitriones de la gran fiesta, porque con ese espíritu se celebró el cierre del torneo de polo más importante del planeta. Cerca de las 16, una hora antes de que empezara la final, la "pasarela" que bordea la tribuna central y sus alrededores se había llenado de gente, fanáticos y beauties. Cochecito en mano, se lo vio a Martín Barrantes, acompañado por su mujer, Kateryna Wurzel, y su hijo, Felipe. También a Pico Mónaco (que vibró en el palenque de La Dolfina), Andrea Frigerio y Lucas Bocchino, a Gabriel Batistuta y su mujer, Irina, Cristiano Rattazzi y su hija Manuela, Ignacio Figueras y Delfina Blaquier, Iván de Pineda y Luchi Barrantes, Eduardo Costantini. ¿Las tendencias que prevalecieron? Los sombreros de ala, los flecos, los vestidos de lino, las fibras como el yute y el mimbre en carteras y accesorios y el eterno blanco.

EN BOCA DEL CAMPEÓN

Tras la 12a victoria de La Dolfina en el Abierto (la 15a para Cambiaso), y con la sonrisa imborrable, Adolfito compartió su alegría y sus sentimientos una vez abajo del caballo. "Cada vez se me hace más pesado, ya tengo más edad y soy muy exigente conmigo mismo. Por eso, hoy vivo esto como una caricia, justifica todo el esfuerzo del último tiempo. Además, mi hija Mia ganó el Abierto Femenino, ya no le puedo pedir nada más a la vida… Todo lo que venga es de yapa". Sobre el equipo rival, no ahorró en elogios: "Monjitas tiene una organización increíble, son grandes jugadores y así como somos rivales en la cancha, afuera, somos buenos compañeros, muy compinches", aseguró. Y sobre su futuro profesional, le dijo a ¡Hola!: "Trato de vivir el presente. Dejo atrás el pasado y lo que viene adelante es lo que viene, lo importante. Después de un partido como este, obviamente quedás motivado para el próximo año, pero los tiempos me los van a decir mi cabeza, mi cuerpo y los incentivos que tenga". ¿Y su futuro inmediato? "Descansar y acompañar un poco a mi familia, ya que esto demanda mucho tiempo lejos del día a día de la casa; tratar de estar un poco más con María y los chicos. Empieza el verano y quiero disfrutar, festejar, compartir", cerró.

A unos pocos metros, "Sapo" Caset –autor de diez goles en la final del equiponaranja– hacía hincapié sobre el camino recorrido. "Estas últimas semanas fueron espectaculares para mí. Todo se me hizo muy cortito, me hubiera gustado que durara más. Nos vamos con un poco de bronca por no haber ganado… La verdad es que queremos ganar; este equipo se lo merece y creo que en algún momento se nos va a dar", dijo mirando a su gran amor, Inés Badiola. Entre aplausos y gritos, Las Monjitas inmortalizó la hazaña y posó con sus mujeres, amigos e hinchas. A pesar de la derrota, Hilario Ulloa, Facundo Solá, Caset y Santiago Toccalino tenían mucho para festejar.