Coincidieron en un evento en las playas de Punta del Este
Son famosas desde antes de nacer y debieron acostumbrarse a llevar las miradas ajenas desde la cuna. Por eso no es extraño que cada vez que aparecen en público toda la atención esté puesta sobre ellas. ¿Qué hacen? ¿Cómo se mueven? ¿Qué dicen o dejan de decir? ¿Cómo se visten? Juana Viale (30) eligió seguir la misma profesión que su abuela, Mirtha Legrand. Lucía Celasco (19) tomó un camino diferente –empezó a estudiar Producción de Moda en la Universidad de Palermo, aunque ya abandonó–, pero las comparaciones con su abuela, Susana Giménez, son inevitables.
El martes 15, Lucía arribó a Punta del Este en un vuelo privado acompañada por su padre Eduardo. Esta vez el plan no era instalarse en "La Mary", la chacra que Susana tiene en Rincón del Indio. Tenía por delante pasar la tarde en el exclusivo parador La Caracola como nueva embajadora de Vitamin Water. Ese mismo día, unos minutos después de la una de la tarde, Juana salió de "Casablanca" –el refugio familiar que los Tinayre tienen en José Ignacio– junto con Gonzalo Valenzuela. De muy buen humor, la pareja –que volvió a ser elegida como embajadora de la botellita por segundo año consecutivo– llevó consigo a su nueva mascota, Ayrton, el cachorro pastor australiano que se convirtió en el gran mimado de la familia. Por primera vez desde que llegó al Este, unos días antes de que terminara 2012, Juana se separó de sus hijos, Ambar, Silveste y Alí, quienes quedaron transitoriamente al cuidado de su abuela, Marcela Tinayre.
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BALSA, ARENA Y MAR
Juana y Lucía dijeron presente en La Caracola a la hora que indicaba la invitación. Sonrientes, posaron para los fotógrafos, cruzaron la laguna y eligieron ubicarse sobre la arena, muy cerca del mar. La nieta de Susana, recostada siempre al sol, conversó animadamente con su papá. Padre e hija se pusieron al día: él le contó de sus vacaciones en Bocas del Toro, en Panamá; ella, de su última estadía esteña, repartida entre la casa que alquiló su madre, Mecha Sarrabayrouse, junto con su pareja Joe Miranda, en José Ignacio, y "La Mary". Juana y Gonzalo, en cambio, prefirieron la sombra de las telas multicolor que se sacudían por el viento. Allí, sentados en unas cómodas reposeras, se mostraron enamorados, cariñosos, felices y siempre atentos el uno al otro. Mientras la heredera de la dinastía Tinayre-Legrand le comentaba a una amiga que sus días de descanso estaban llegando a su fin (regresó a Buenos Aires con sus tres hijos el jueves 17) y sobre sus planes profesionales para este año (va empezar a grabar en febrero la comedia protagonizada por Adrián Suar y Natalia Oreiro y luego volverá a apostar al cine con la película Re Sentimental, junto a Leticia Brédice y Belén Chavanne), el actor chileno cambió sus bermudas cargo por una llamativa sunga roja y, sin dudarlo, se metió al mar. Divertido, junto con amigos, Gonzalo les hizo frente a las olas de La Brava e impactó con sus tatuajes y su espalda trabajada por el box. Aunque aún no lo tiene decidido, la pareja analiza volver a instalarse este año en Santiago, para seguir escribiendo la historia de "amor nómade" entre Chile y Argentina, que los une desde que se conocieron en 2005.
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COSAS DE MADRE E HIJAS
Araceli González y Florencia Torrente también concentraron todas las miradas en la fiesta irreverent chic que sirvió como broche de oro a la temporada alta del Este. Espléndida y con nuevo color de pelo –más rubio–, Ara le confió a ¡Hola! Argentina que finalmente su boda con Fabián Mazzei será en septiembre de este año. "Lo empezamos a pensar como algo superíntimo, en casa. Pero la verdad es que ahora ya estamos hablando de celebrar nuestro casamiento en otro lugar", aseguró. Madre e hija llegaron juntas a Punta del Este esa misma mañana de martes e hicieron una pasada exprés por Casa Suaya para prepararse. Durante el evento se las vio compinches y divertidas, algo que ya se convirtió en una marca registrada entre ellas. Iván de Pineda –otro de los embajadores– se acercó a la mesa que ocupaban las diosas bajo la gran galería que da al mar e invitó a Araceli a ser coequiper en uno de los futuros viajes que el modelo hará para su programa Resto del mundo. "¡Vayamos a Nepal!", sugirió entre risas la invitada de lujo. A unos pocos metros de allí –mientras sonaba la música del DJ Luke Howard y todos seguían deleitándose con brochettes de langostino, pinchos de pulpo, sándwiches de cordero, empanaditas de queso azul y cebolla y pizza al horno de barro–, Julieta Cardinali se encontraba con su íntima amiga Esmeralda Mitre. Mamá orgullosa, Julieta le contó que antes de viajar a Uruguay había festejado el cumpleaños número 5 de su hija Charo. "Verla tan feliz es lo único que me importa en la vida", aseguró la actriz, que se instaló por tres días en la casa de Clara Ibarguren para
descansar. En la charla de mujeres también hubo tiempo para que las chicas se contaran sus proyectos 2013. Esmeralda le confió que está muy entusiasmada con la película que va a filmar bajo las órdenes de Eugenio Zanetti y la obra de teatro que va a dirigir Sergio Renán y en la que ella será parte del elenco. Por su parte, Julieta –que sigue adelante con su noviazgo con Diego Tuñón– comentó que le dio mucha felicidad enterarse por un amigo madrileño que en la televisión española ya se ven los avances de la serie que filmó junto a Carmen Maura donde interpreta a Eva Perón. "Con esto, me dieron ganas de irme un tiempo a vivir a Madrid", contó.
FIN DE FIESTA
La mesa de dulces, con pasta frolla de membrillo, brownie de chocolate y budín de manzana con frutos secos incluidos, coincidió con los sets de Roger Taylor, el baterista de la legendaria banda inglesa Duran Duran. El sol comenzaba a caer, el paisaje se tiñó de dorado y la fiesta de Vitamin Water se volvió una gran pista de baile. Sin dudas, la mejor manera de terminar una tarde de playa diferente sobre las arenas de José Ignacio.
Texto: Sebastián Fernández Zini
Fotos: Fernando Carrera y Tadeo Jones