Lejos de Diego Maradona, Rocío Oliva disfruta de unas vacaciones en Punta del Este

Si bien aun no hay confirmaciones oficiales que le pongan un rótulo a este "impasse", Diego Maradona y Rocío Oliva se encuentran haciendo vidas separadas.

El pasado domingo, el exjugador participó del bautismo de su nieto Diego Matías, el primogénito de su hijo mayor, Diego Junior y su esposa Nunzia Pennino. La celebración fue en el barrio de Nordelta, y Rocío fue la gran ausente.

En realidad, Oliva se encontraba en ese mismo momento en Punta del Este, como invitada de la fiesta de cumpleaños de Maurenee Dinar. La diseñadora siempre estuvo junto a ella en las buenas y en las malas: no sólo se ocupó de estilizar su look cuando, separada de Maradona, se sentó en la mesa de Mirtha Legrand para contar su verdad, sino también fue quien imaginó el vestido de novia que llevaría al altar cuando su unión con el Diez se hiciera realidad. Sin embrago, ese último plan parece estar cancelado por el momento.

Oliva aprovechó su paso por la glamorosa costa uruguaya para hacer shopping y practicar su deporte preferido. Así, participó de un campeonato de fútbol playero organizado por una popular revista de tirada semanal. Barby Franco, modelo y pareja del abogado Fernando Burlando, también participó del triangular. Y aquí llega el dato curioso: Burlando es, casualmente, el representante legal de Claudia Villafañe en los embates judiciales que Maradona ha iniciado en contra de su exesposa.

Hospedada en la casa de la empresaria de la moda en el país vecino, Rocío parece estar distanciada de Maradona en lo concreto y también en lo sentimental. Por eso, mientras ella disfruta del verano en la playa, él aprovecha para afianzar su relación con Diego Fernando -el hijo que tiene con Verónica Ojeda- y realizarse una serie de chequeos médicos antes de volver a México.