Actriz, norteamericana, plebeya, tres años mayor que él, divorciada... Durante seis meses fueron novios “normales”, pero cuando el romance salió a la luz, se aceleraron los latidos. Ella vive un cuento de hadas que seguramente tendrá final de boda y ya conquista al mundo entero
Norteamericana de nacimiento, actriz de profesión, activista y divorciada. Meghan Markle (36) rompe el molde de mujeres con que se lo había relacionado al príncipe Henry (33 años, más conocido por Harry, su sobrenombre, quinto en la línea sucesoria al trono británico) hasta que se conocieron, en mayo pasado, en el Soho House de Londres, gracias a Markus Anderson y la estilista Jessica Mulroney, que fueron quienes los presentaron. Como es sabido, el hijo menor del príncipe Carlos y Diana de Gales tuvo muchos romances, pero hasta ahora sólo dos rubias habían logrado el codiciado status de “novias oficiales”: Chelsy Davy, con quien salió desde 2004 a 2011, y la aristócrata Cressida Bonas, con quien rompió en 2014 tras dos años de relación.
Más allá de que es una morocha muy atractiva, todo lo que tiene Meghan lo ganó trabajando como actriz: desde hace siete temporadas se luce como Rachel Zane en la serie de temática legal Suits, que se graba en Canadá, tierra en la que vive junto a sus perros rescatados de la calle, Bogart y Guy.
Su espíritu independiente y altruista hechizó al nieto de la reina británica, a punto tal que ya se habla de un compromiso inminente y una próxima boda para el año que viene.
HERENCIA DE FAMILIA
Rachel Meghan Markle –así es su nombre completo– nació en Los Ángeles, California, el 4 de agosto de 1981 y a sus 2 años sus padres se divorciaron. Más allá de lo doloroso de la situación, siempre se sintió muy amada por ambos. Esa unión hizo que pudiera captar lo mejor de los mundos muy diferentes que le ofreció cada uno. Su padre, Thomas Markle, tiene ascendencia neerlandesa e irlandesa, dos hijos de un matrimonio anterior –Thomas y Samantha– y es quien la introdujo en el mundo de la televisión. “Fue director de iluminación en shows como Casados con hijos y Hospital general –y en 2006 la excelencia de su trabajo le valió un Emmy–, así que crecí viendo a actores famosos, elencos glamorosos, y asistiendo a almuerzos de equipo en los que siempre había filet mignon y dulces suficientes como para creer que estaba en la fábrica de chocolate de Willy Wonka”, reveló la joven tiempo atrás en The Tig, su propio sitio de lifestyle (lo cerró este año) en el que escribía sobre viajes, moda, comida y belleza.
Doria Ragland, su mamá, es afroamericana, instructora de yoga y terapista clínica, dueña de un “espíritu libre” que la llevó a lugares remotos, muchas veces muy carenciados, alrededor del mundo. “Ella me preparó para ser una ciudadana global, atenta a lo que pasa en otros lados”, dijo alguna vez la actriz, que, al igual que su novio, abraza diferentes causas solidarias. Por ejemplo, como embajadora de World Vision, visitó varias veces Ruanda para apoyar un proyecto de agua potable y este año estuvo en la India. También se convirtió en defensora de la ONU por su apoyo a la campaña de igualdad de género.
LUZ, CÁMARA… Y UN MATRIMONIO FALLIDO
Después de estudiar Teatro y Relaciones Internacionales en la Northwestern University, en Illinois, Megan trabajó en la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires por algunos meses, pero también fue calígrafa freelance y mesera, como tantas otras chicas que aspiran a una carrera dentro del showbiz. Tras varios pequeños papeles, el gran batacazo llegó de la mano de Hospital general.
No es mucho lo que se sabe sobre su vida amorosa, salvo que antes de caer rendida a los pies del heredero más rebelde y cotizado de los últimos tiempos, se casó en 2011 con el productor de cine Trevor Engleson. Después de siete años de novios, el matrimonio –que se celebró con una ceremonia “muy relajada” en Ocho Ríos, Jamaica– apenas duró dos. “Diferencias irreconciliables”, alegaron en aquel momento. Al parecer, priorizar sus carreras y mantener la relación a la distancia fue el principal obstáculo: al tiempo de casados, ella se mudó a Canadá para grabar la serie que aún hoy protagoniza y él prefirió mantenerse cerca de Hollywood.
Quizá sea por aquella experiencia de vivir el amor a la distancia que Meghan intenta pasar todo el tiempo posible en Nottingham Cottage, la casa en la que vive el príncipe Harry y que está emplazada en los dominios de Kensington Palace. Al parecer, se siente muy cómoda ahí y, como la relación se afianza a pasos agigantados, su madre ya habría ido de visita para conocer el país donde quizás, en un tiempo no muy lejano, viva su hija.
Además, algunos medios internacionales publicaron en los últimos días que Harry y Meghan ya están buscando casa para armar su “nido de amor”. ¿La zona preferida? Los Cotswolds, apenas a una hora de Londres, donde conviven aristócratas como el príncipe Carlos con celebridades como los Beckham y Kate Moss. “Meghan está encantada con el charme rústico del lugar”, habría comentado un íntimo amigo de Harry.
EN SUS PALABRAS
Apenas salió a la luz su romance con el príncipe, se desató una suerte de “locura” mediática en torno a la pareja. Sin ir más lejos, el Palacio de Kensington debió emitir un comunicado que anunciaba que Harry estaba “preocupado por la seguridad de la señorita Markle y profundamente decepcionado por no haber sido capaz de protegerla”. El documento decía: “No es justo que en los pocos meses de relación con ella, la señorita Markle deba ser objeto de este aluvión”.
En una entrevista reciente con Vanity Fair, ella misma se refirió al tema: “Fue sorprendente cómo cambiaron las cosas de repente. Sigo teniendo apoyo a mi alrededor y, por supuesto, el cariño de mi novio”. En ese reportaje, la protagonista de la serie Suits explicó cómo se enfrenta a lo que se publica sobre ellos. “Somos felices y estamos enamorados. Estuvimos saliendo de manera discreta durante seis meses antes de ser noticia y yo estuve trabajando todo el tiempo, lo único que ha cambiado es la percepción de la gente. No ha cambiado nada en mí. Soy la misma persona, mi relación no me define”.
EL ESTILO MEGHAN
De la misma manera que ocurrió en su momento con la duquesa de Cambridge cuando se dio a conocer su relación con el príncipe William, desde hace un año todo lo que se pone y usa Meghan es analizado ¡y copiado! al detalle. Fresca y juvenil, ella construye sus looks con prendas atemporales que selecciona tanto de marcas internacionales de prestigio como de otras low cost. Entre sus básicos infalibles están las chaquetas de cuero, las camisas de líneas netas y blancas, los jeans y los diseños de Erdem. ¿Algunas prendas fetiche de su ropero? Su panamá de Madewell, unos slippers negros de la marca Birdies, las zapatillas Stan Smith de Adidas Originals, una Chanel 2.55 y una shopping bag de la icónica casa francesa Goyard. Recurre a Zara y a Everlane.com, donde los jeans se consiguen por 50 euros y las carteras y prendas de cashmere, por menos de 150.
Durante la primera jornada de los Premios Invictus, una iniciativa de su novio en la que participan veteranos lesionados de las Fuerzas Armadas y que se celebró recientemente en Canadá, impactó con un vestido midi de chiffon de la marca Wilfred, que se vendía a través de Aritzia, a 156 euros y se agotó enseguida. Desde aquella primera aparición pública, la Meghanmania ya es un hecho. Ahora quedan el anuncio oficial de compromiso y la primera foto junto a la reina Isabel II. Y, según parece, empieza la cuenta regresiva. El último príncipe azul fue cazado.
10 PISTAS QUE INDICAN QUE MEGHAN Y HARRY VAN CAMINO AL ALTAR
1 - Primera aparición pública
Hasta el momento, habían mantenido una relación bastante hermética con la prensa, pero los Juegos Invictus fueron el marco ideal para mostrar su amor al mundo.
2 - Mudanza de Harry en el Palacio de Kensington
Los planes de renovación en el Palacio de Kensington sugieren que el hijo menor del príncipe Carlos podría pasar de su departamento de dos dormitorios en Nottingham Cottage a un área más amplia del palacio. Así, no sólo harían del nuevo espacio el hogar perfecto para Meghan y Harry, sino que ambos príncipes (William y Harry) serían vecinos.
3 - La relación cercana de Meghan y su mamá
No es un secreto que la actriz se entiende muy bien con su madre, Doria Ragland, quien estuvo hace algunas semanas con su hija en Londres, justo antes de que Meghan partiera de vacaciones con el príncipe a África. Fuentes de HELLO! afirman que la actriz quería que su mamá y su novio se conocieran mejor.
4 - Están muy enamorados
Este mes Meghan dio una entrevista a Vanity Fair. “Somos dos personas realmente felices y enamoradas –declaró–. Estoy segura de que habrá un momento en el que tendremos que salir a la luz y contar nuestra historia, pero por ahora, esperamos que la gente entienda que es nuestro momento”.
5 - Tienen el mismo abogado
Harry pidió a su abogado que también represente a Meghan. La actriz ahora es clienta de Gerrard Tyrrell, de la firma de abogados londinense Harbottle & Lewis, que cuida los intereses de la familia real desde hace años.
6 - Pedido de mano perfecto
El mes pasado, Harry regaló a Meghan un viaje a África por su cumpleaños número 36. Muchos creen que fue el destino perfecto para pedirle que se case con él. Tanto el príncipe Harry como el príncipe William tienen una conexión especial con África, ya que fue el lugar adonde su padre los llevó cuando murió la princesa Diana, para alejarlos de todo.
7 - El aniversario de la muerte de Diana
Con la llegada del vigésimo aniversario de la muerte de su madre, Harry no hubiera querido opacar la ocasión. Ahora que esto ya pasó, y que se reveló el tercer embarazo de la duquesa de Cambridge, la pareja está libre para anunciar su compromiso.
8 - Mantienen un perfil bajo
Una gran muestra de que la relación iba en serio se dio en abril, cuando Meghan cerró su blog The Tig. La actriz también renunció a ser la imagen de la marca de moda Reitmans en abril, en medio de rumores de que las faldas plegadas de la firma son muy inadecuadas para una futura miembro de la familia real. Por último, Meghan estuvo muy ausente en sus cuentas de Twitter e Instagram, una clara señal de que se está tomando en serio su rol de royal girlfriend.
9 - Las apuestas VUELAN
Las casas de apuestas de Inglaterra ya no están indagando sobre si la pareja está comprometida o no, sino más bien sobre cuándo se casarán. Una ceremonia en 2019 es la que tiene la mayoría de las apuestas, aunque una boda el próximo año no se descarta.
10 - Meghan podría renunciar a su trabajo
A pesar de interpretar a la abogada Rachel Zane en Suits desde 2011, aún no firmó contrato para la siguiente temporada. Tendrá que tomar una decisión grande en cuanto a su carrera en caso de casarse con Harry.
- Texto: Lucila Olivera
- Fotos: Getty Images
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