No se trata de una "puesta en escena". El costado feminista y activista que muestra Meghan Markle a días de la boda real no tiene que ver solamente con que a partir de dar el "sí, quiero" se convertirá en la cuarta patrona de la Royal Foundation. Lo de ella es genuino, le fluye de manera natural, tal como le sucedía a Lady Diana, la "Reina de Corazones", como la apodaban por su compromiso con los más desprotegidos, que la convirtió en modelo a seguir para la realeza y para el mundo.
La mejor prueba de esto se remonta a sus 11 años. Al parecer, vio un comercial de jabón para lavar los platos que decía: "las mujeres de toda América luchan contra las ollas y sartenes grasientas". Dos chicos de su clase se rieron y manifestaron: "ahí es donde pertenecen las mujeres, la cocina". Aquellas palabras la hirieron y enojaron tanto que, animada por su padre, se contactó con las mujeres por entonces más poderosas de Estados Unidos: Hillary Clinton, la conductora del noticiero infantil Linda Ellerbee, la fiscal Gloria Allred y el propio fabricante de jabón líquido. Una semanas después, recibió respuesta de todas ellas, y un mes más tarde, de Procter & Gamble, que cambió la frase "las mujeres de toda América" por "la gente de toda América". Por su logro la entrevistaron en 1993 en el programa Nick News, de Nickelodeon. Primera batalla ganada.
Con el correr de los años, la actriz que durante siete temporadas brilló en la serie Suits no dudó en unirse a diferentes causas sabiendo que su nombre, cada vez más conocido, podía ser una herramienta poderosa para hacerse escuchar. Pronto será parte de la familia de los Windsor. Habrá que ver cuánto más puede lograr.
Fuente: Inside Edition