La abogada se refugia en las playas de Cariló junto a sus tres hijos
Era un clásico de cada verano. Todos los fotógrafos que cubrían temporada en Pinamar solían correr hasta el parador Cozumel, en el corazón de Cariló, para buscar la foto de Agustina Ayllón (43) y Francisco de Narváez (62). Pero este 2016 será diferente: después de catorce años de matrimonio, el dirigente político y su bellísima mujer se separaron. Quienes conocen la intimidad de la pareja aseguran que la crisis alcanzó su punto más alto hace doce meses, justo después de las vacaciones. Ninguno de los dos habló aún acerca de la ruptura. Consultada por ¡Hola! Argentina, Agustina eligió el silencio y una cordial sonrisa, pero no confirmó ni desmintió la noticia.
Ella sigue al frente de la Fundación Infancia, que se ocupa de temas relacionados con la niñez, la familia y la violencia de género (herencia de sus años acompañando la carrera política de Francisco), mientras que el ex diputado habría analizado en algún momento la posibilidad de radicarse en Santa Barbara, Estados Unidos, donde vive "Paco", uno de sus hijos.
Agustina desembarcó en Cariló –destino que eligió hace nueve años– junto a sus padres, Manuel y Norma, sus hermanos y, obviamente, sus tres hijos: Milena (11), Juan (8) y Antonio (6). Juntos, recibieron 2016 en una casa cerca de las playas del sur, y planean quedarse hasta fin de enero.
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