Violencia de género: el duro relato de Anamá Ferreira
"Hay que luchar mucho contra la discriminación. Y las mujeres somos difíciles. ¿Sabías que las personas tienen miedo a decirme Negra? Está la Negra Vernaci, el Negro Oro, pero no me dicen la Negra Ferreira", le comentó Anamá Ferreira a Moria Casán en Incorrectas, el ciclo de América. La modelo fue a presentar su libro, Negra guerrera, y se animó a hablar a corazón abierto.
Así, Anama se animó a contar que sufrió violencia de género en una relación que duró cuatro años. "Era un DJ, Puchi, que ya falleció. Cuando sufris violencia tenés mucha vergüenza de decirlo. También salió con una modelo muy famosa en ese momento y le pasaba lo mismo. Todo empieza con los celos. Yo no veía la salida, hice denuncia en la comisaria pero no pasó nada. El primer golpe que me dio fue en la cara. Ese día tenía un desfile y fui muy maquillada, intentado esconder el golpe porque pensás que la gente no se va a dar cuenta. Pero sí. Un día me amenazó con tirarme ácido y supe que podía hacerlo. Cuando sucedió lo de Monzón, la muerte de Alicia Muñiz, dije: hasta aquí llego. Y me separé. Mi exmarido me ayudó a hacer la denuncia. Ahí le dio miedo y desapareció. Aunque, de vez en cuando, volvía. A mi hija, Taina, le advertí desde el principio: si te agarran del brazo, te vas, porque no podés cambiar al otro. Si te maltrata, no va a cambiar y siempre va a ser así. El que ama no mata. Eso es obsesión y no amor".
Emocionada, Anamá recordó otros momentos emotivos de su vida. "Me costó mucho ser mamá. Hice todos los tratamientos que puedas imaginarte y no quedaba hasta que fui a la farmacia y el chico que me daba las inyecciones me dijo que ya no me daba más. Y me fui a Salta a hacer un desfile. Vi a muchas embarazadas, pregunté qué pasaba y resulta que iban a ver a la Virgen. Soy muy creyente. Y fui entonces a rezarle a la Virgen, le dejé un papelito debajo de la imagen. Fue el 14 de septiembre y el 14 de octubre ya estaba embarazada. Le prometí volver con mi hija en brazos y eso hice".
Finalmente, Anamá recorrió un poco su infancia y dijo que creció en un pueblo muy chiquito, con sus padres y en un hogar humilde. "Mi papá no sabía leer y yo quería enseñarle pero me daba vergüenza. Fue una infancia dura, porque cuando tenía 12 años falleció mi hermano, que tenía 18. Fue de repente. Estaba resfriado, fuimos al hospital, le dieron mal una inyección y murió en el acto. Pasé toda mi vida con mi mamá llorando a las 5 de la tarde, que era la hora en que mi hermano volvía a casa. Ella se maquillaba, se sentaba y lloraba. Yo nunca pude llorar a mi hermano hasta hace tres años, cuando fui al teatro a ver Casi normales; me di cuenta de que era mi historia".
Más leídas de Personajes
"Tuve que elegir". La nueva vida de Camila Velasco: de Playboy a ingeniera especializada en Inteligencia artificial
"Me niego a que sirva para silenciarme". Hugh Grant llegó a un acuerdo millonario con The Sun pero dice que el dinero de Rupert Murdoch “da asco”
El maestro del terror. Odiaba las máscaras, tuvo que exiliarse y llevaba un arma por miedo a un ataque de la Alianza Libertadora