Ultima página. Regresión sin culpa
Juguetes para adultos, en alza
BOGOTA (El Tiempo/GDA).– Las tasas de natalidad no son muy alentadora para los fabricantes de juguetes y videojuegos. Así, ya que los chicos –sus principales consumidores– son cada vez menos, ellos empezaron a vender productos para personas de la tercera edad.
En 2005, por primera vez en la historia de Japón, la población decreció. De mantenerse la tendencia, es posible que en 2050 las cifras lleguen de los 128 millones de habitantes actuales a sólo 100 millones.
En Colombia la situación no es tan dramática; sin embargo, también hay menos chicos de los que había hace diez años. Según el censo de 2005, cada vez es menor el porcentaje de nacimientos y es mayor la proporción en edad adulta.
Por razones como éstas, algunas empresas están apostando a un grupo etario diferente: los adultos mayores.
Una de las primeras empresas en vislumbrar esta realidad fue Nintendo. Fue la primera en ofrecer un videojuego destinado a las personas maduras y a la tercera edad.
El programa es un rejuvenecedor mental y fue lanzado en abril en Estados Unidos con el lema Brain Age: Train Your Brain in Minutes a Day (Edad mental: entrene su cerebro en sólo unos minutos diarios).
En cuestión de días, el videojuego estará disponible en varios idiomas en Europa. Se trata de un programa que ofrece varias actividades, como cálculos matemáticos y pruebas de memoria; por ejemplo, fragmentos literarios que el usuario deberá recitar en voz alta.
Al evaluar la velocidad y precisión con las que se realizan las tareas, el videojuego calcula la edad del cerebro. Además, guarda los resultados, muestra los avances y establece un régimen especial para cada persona.
Como un Tamagotchi
Tras lo ocurrido con esta empresa de videojuegos, fabricantes de juguetes japoneses se han abierto a la posibilidad de llegar con sus productos a los adultos mayores. La industria Tomy, conocida por sus robots Transformers, diseñó una muñeca dirigida a mujeres de más de 60 años.
Este nuevo juguete está programado para saludar a su dueña cuando entra en la habitación. Se mueve y entrega algunas muestras de cariño; dice, por ejemplo, te quiero.
Hasta ahora, esta muñeca se ha vendido exitosamente en Japón y, según los informes de la compañía, las compradoras son en su mayoría mujeres que se han jubilado y que viven solas.
"Muchas de ellas las tratan como si fueran sus hijas o nietas", afirma Yuko Hirakawa, ejecutiva de Tomy. Esto, porque, según dice, pesa lo mismo que una beba cuando se sostiene en los brazos.
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