Sierra Burgess es una loser: la comedia romántica tiene futuro fuera de las salas
Sierra Burgess es una loser (Estados Unidos, 2018) / Dirección: Ian Samuels / Guión: Lindsey Beer / Elenco: Shannon Purser, Noah Centineo, Kristine Froseth, RJ Cyler, Lea Thompson, Alan Ruck / Disponible en: Netflix / Nuestra opinión: muy buena
Sos una criatura magnífica", se dice frente al espejo la protagonista de Sierra Burgess es una loser y casi se podría decir lo mismo de la película original de Netflix. Una comedia romántica ambientada en la escuela secundaria, terreno narrativo fértil que la plataforma de streaming ya visitó en la decepcionante El stand de los besos y la reciente A todos los chicos de los que me enamoré con la que la nueva película comparte al joven galán y nueva sensación de Hollywood, Noah Centineo y el ambiente escolar, pero no mucho más.
Porque aquí se eluden clichés y recursos narrativos ya probados al infinito para contar una historia conmovedora, original y muy entretenida sobre la chica que en otro film sería la mejor amiga de la protagonista. Y de hecho, lo fue. Es que Sierra, estudiante del último año del secundario inteligente y sensible es interpretada por Shannon Purser, la malograda Barb de Stranger Things cuya desaparición del mapa en aquella ficción inició una especie de fenómeno entre sus fans. Un furor en las redes que le dio a Purser más protagonismo que la historia de los hermanos Duffer habían imaginado para su personaje. En el caso de Sierra Burgess es una loser el protagonismo de Purser no solo es merecido sino indiscutido. Así lo plantea el notable guion de Lindsey Beer que toma como inspiración la historia de Cyrano de Bergerac para construir una comedia romántica que le otorga nueva vida y futuro al género. Así, por una serie de casualidades y causalidades el teléfono de Sierra llega a las manos de Jamey (Centineo), un deportista con sensibilidad de poeta de una escuela cercana que cree estar intercambiando mensajes con Verónica, la chica más linda del colegio de Sierra. Esa que para burlarse de la protagonista la llama Frodo y que como respuesta recibe una lección en literatura fantástica cuando Sierra le explica que en realidad la está queriendo comparar con Cuasimodo. Porque así es Sierra y así es esta película que como sucedía con La verdad sobre perros y gatos (1996), logra construir un lazo entre los protagonistas tan natural como delicado, pero que además revierte las expectativas sobre belleza física, inteligencia y la autoestima para todos sus personajes y no solo para esa magnífica criatura que tiene como protagonista.