Lanzamientos
Pablo Krantz
Vivo en mi cabeza pero con vista al universo: El árbol de los sueños, Dos niños, Corazón valiente, La penúltima rolling stone, Des Chats, Des Lapins et Des Canards, Je t’efface, El bar de la última oportunidad y otros. (Planetharia).
De salón
Este hijo de la generación de cancionistas solistas de los 90 siempre tuvo buen tino para nombrar sus discos y esta novedad que llega a cuatro años de su predecesor, Démonos cita en una autopista para volvernos a estrellar, no le va en saga. Krantz sigue moviéndose en un universo paralelo, entre Bob Dylan y Serge Gainsbourg, con una elegancia que es más parte de un manifiesto que de una simple postura escénica. Sus temas, sus pequeñas historias de 4, 5 minutos, pueden venir en castellano o en inglés, pueden hablarle a un viejo amor o a uno imposible, pueden pasar por el tamiz de un psicoanalizado veterano de la juventud y soltar genialidades como esa línea de "La penúltima rolling stone" que dice: "Esperás que yo sea el príncipe de Gales mientras vos sos la penúltima rolling stone". Una perlita: la versión en francés de "Corazón valiente", de Gilda, incluida en la película El crítico.
Por Sebastián Espósito
Mónica Abraham
Canciones bienvenidas: Relojito querido, Mujer de la isla, Exilio, Vidrios de olhos, Tarde de brisas, Quien te amaba ya se va, La sombra partida, La puerta, No miró para atrás, Tristeza de nadie, Una aguja en el pajar, Deshojamiento y otros. (B&M).
Calidez
En épocas de estridencia, la calidez de una voz como la de Mónica Abraham no es de las que se encuentran todos los días. Por eso siempre son buenas noticias sus conciertos y discos. Canciones bienvenidas, su nuevo álbum, es una producción que hace honor a la calidez de esta voz cuyana que, a estas alturas, es de todos los rincones folklóricos de la Argentina. Además, es bien variado el repertorio que eligió. Tiene de lo clásico y antiguo y de lo nuevo y menos conocido. También tiene muchos invitados. La mayoría de las veces interpretan sus propios temas con Mónica. El problema es que no siempre están a la altura vocal de la protagonista y opacan las versiones. Los temas o los fragmentos en los que Abraham canta sola son, sin duda, los más brillantes del disco. "Deshojamiento", con un recitado de Ramón Navarro y la guitarra de Jorge Giuliano es una de esas joyas.
Por Mauro Apicella