Soledad no actuará en el Festival de Cosquín
Se suma Guarany y cierra Palavecino
Las negociaciones para la inclusión de Soledad en la edición 2004 del Festival de Cosquín fueron arduas y finalmente fracasaron. Anteanoche se hicieron los últimos intentos, pero no hubo acuerdo en las cifras. Para la comisión organizadora todas las instancias está agotadas. Ahora, el Chaqueño Palavecino actuará en la noche de "yapa", del domingo 1° de febrero, desde las 21, y el lugar que deja vacante en la noche del martes 27 de ese mes lo ocupará Horacio Guarany.
El caso de Soledad es complejo. A mediados de 2003 decidió montar su propia productora en Buenos Aires, llamada Ecos de la Posta, para centralizar y controlar desde allí toda su carrera artística, diversificada a partir de su incursión en la pantalla chica: producción, ventas de shows, merchandising, publicidad y televisión. Pero también firmó un contrato por una serie de shows de verano con la agencia Fénix Entertainment, que incluía actuaciones en Jesús María y Cosquín. ¿Qué se le pedía a Cosquín? El mismo cachet que la cantante recibió en la edición anterior, superior a los treinta mil pesos, según Fénix. Pero fue demasiado alto para el presupuesto coscoíno. Ahí comenzó el problema, las trabas y las idas y venidas. Todo el entorno de la cantante trabajó intensamente para resolver el conflicto porque, hasta ahora, Soledad nunca faltó a la cita (de hecho, saltó a la fama desde la plaza Próspero Molina).
Por otra parte, quien ya no pesa en las decisiones de Soledad es su padrino artístico, César Isella. El músico continúa por su lado, con proyectos personales, y actualmente con un espectáculo que ofrece, de jueves a domingos, en un parador de Valeria de Mar y en otras localidades de la costa atlántica. El único contacto que mantienen es por vía judicial. Hay una demanda, hecha por el músico debido a un contrato que lo vincula con Soledad, que ya tuvo un par de etapas de conciliación, aunque sin mayores resultados. "Creo que fue mal aconsejada -dice Isella-. Fueron siete años maravillosos de trabajo conjunto y desde el comienzo tuvimos un contrato razonable y correcto. Pero tal vez cuando vienen los buenos tiempos aparecen caras extrañas -dice a LA NACION-. Tengo que aclarar que ellos me buscaron a mí. Logré que estuviera en Cosquín".
Por el lado de Soledad se dice que el contrato terminó en agosto de 2003 y, simplemente, no se renovó.
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