Spinetta ataca
Hace casi un año , en noviembre de 1995, Luis Alberto Spinetta y Los Socios del Desierto demostraron, en cinco recitales en el teatro Opera, lo que tenían entre manos, en una serie de recitales que recibieron los más elogiosos comentarios de la crítica especializada. Ya para entonces el trío, que se completa con Marcelo Torres en bajo y Daniel Wirzt en batería, tenía listo su primer álbum, que hoy todavía sigue sin editarse. Durante estos meses fueron muchas, todas, las compañías tentadas. Sin embargo, con ninguna se logró un acuerdo para arribar a un disco cuya edición respetara la idea artística con la que fue concebido. Estas idas y venidas motivaron el duro ataque a las empresas discográficas que el músico envió, vía fax, a los medios y que transcribimos en la página 3.
Spinetta deja allí en claro que el álbum de 33 canciones, concebido como doble, no sufrirá alteraciones ni en su extensión (se le sugirió editarlo en dos partes), ni en su ya listo arte de tapa (aunque aleguen que sea demasiado caro). No puede dudarse del poder de convocatoria y el respeto que despierta Spinetta entre el público. Sólo basta mencionar que en el verano, en un recital gratuito en Figueroa Alcorta y Dorrego, el trío se presentó frente a cerca de cien mil personas. Hace quince días, fueron más de cincuenta mil los que, desafiando la noche fría y el barro, llegaron hasta el parque Chacabuco para el recital que dieron como cierre de la Bienal de Arte Joven.
También es cierto que las reediciones de sus discos se siguen vendiendo, sin prisa y sin pausa (la primera tirada de la reciente reedición de "Artaud" se agotó en una semana). Sobre este punto, Spinetta también tiene algo que decir: no siempre estas ediciones respetaron el arte original y hasta se cometieron gruesos errores en la información.
Claro está que nunca vendió millones de placas, pero, como él mismo dice, "quizás mis discos se hayan vendido de a poco, sin un boom de ventas, pero han vendido constantemente desde siempre, hasta convertirse en material de catálogo o de colección". Así, es común ver en las disquerías a adolescentes que buscan "Desatormentándonos" o el álbum doble de Pescado.
Poco afecto al contacto con la prensa, el "músico de las autovedas", como él mismo se define, se había llamado a un largo silencio luego de la edición de su último disco, "Pelusón of milk". Un tiempo de repliegue que le sirvió para concebir este poderoso trío que surgió, en un principio, por el sólo gusto de hacer música, sin ninguna expectativa de salir a tocar o grabar. Sobre ese desértico camino se afianzaron, salieron a la ruta, grabaron.
Spinetta no tiene apuro, "tarde o temprano algún sello reclamará mi obra y aceptará mis exigencias. Eso me fortalece".
Pero nosotros, los que simplemente queremos acceder a un material que hasta ahora sólo pudimos escuchar en vivo (y quedamos con ganas de más), seguimos privados de esa posibilidad.
Spinetta, enojado con la industria del disco
"El disco y el tiempo": tal el título del comunicado que envió a esta redacción Luis Alberto Spinetta y que transcribimos a continuación.
"Ante la negativa de los sellos discográficos más importantes de aceptar mis exigencias para la publicación de mi último trabajo «Spinetta y Los Socios del Desierto+, y además teniendo en cuenta que ciertos medios periodísticos difundieron información que estimo erróneamente referidos montos de dinero o cifras de venta, me siento en el compromiso de aclarar las cosas. Mi vida creativa y la llama rebelde y artística que siempre me guió no sufrirá merma alguna de no publicarse éste, mi último trabajo. Tarde o temprano algún sello reclamará mi obra y aceptará mis exigencias. Eso me fortalece. Quizá mis discos se hayan vendido de a poco, y sin un boom de ventas, pero han vendido constantemente desde siempre, hasta convertirse en material de catálogo o colección. "Estos mismos sellos discográficos que ofrecen sólo viles miñangas por una nueva obra de Spinetta se licencian entre sí los antiguos masters de Invisible yPescado Rabioso, cambiando el arte original y sin ningún respeto por los artistas que los realizaron, ya que a cambio pagan la antigua regalía, la cual avergüenza. Estos sellos han escapado, hasta ahora, de ser el blanco de juicios y demandas importantes por haber publicado material clásico como «Jardín de los presentes+, de Invisible, adulterando los nombres de los músicos, como sólo un ejemplo de otros errores imperdonables, provenientes de diferentes firmas y responsables (el disco «Spinetta-Aznar+, hecho sin autorización alguna por parte de los artistas, o «Artaud+, de Pescado Rabioso, que apareció con la mitad de un disco de Nito Mestre por error, etcétera).
"Hoy, desestimando todo excepto el poder de venta inmediata de un artista, estos sellos ofrecen propuestas para publicar a Spinetta, aunque gasten enormes sumas en producir música para tarados que no sólo no venden de inmediato sino que jamás venderán. Spinetta vende siempre, siempre vendió así. ¿Dónde están los discos de oro que nunca me entregaron? Señores: no me constituiré en empresa ya que se contradice con mi filosofía de vida; ni siquiera consideraré las intenciones que se esconden en su mediocre propuesta, que es la misma que han tenido para con todos los artistas verdaderos. Con esto quiero aclarar, a mis fans y al público en general, que nada me gustaría más que este álbum lleno de canciones nuevas llegue a sus manos tal cual lo concebí y al precio correcto. (Aclaración: los sellos consideran que un disco doble es demasiado caro para ser vendido masivamente, pero la verdad es que vendiéndolo a un precio muy razonable, aun así se obtendría mucho dinero para todos.) Para ello buscaré opciones alternativas y seguiré con nuevos trabajos sin cesar; si no no se olviden de que soy el artista de las autovedas. Ja. Por supuesto, para aquellos que bajaron cifras sin lograr conmoverme el disco de Spinetta y Los Socios del Desierto automáticamente aumenta de precio, y mis hijos y herederos -aunque yo muera- se beneficiarán con creces con este esfuerzo. Es sólo cuestión de saber esperar.
"Debo aclarar también que ciertos medios gráficos, supuestamente rockeros, son sólo seudópodos del poder de ciertas discográficas y es por ello que actúan reptilmente en contra de los músicos. Es sólo una cuestión de ignorancia. Es cierto que nunca antes me esforcé tan directamente para hacer pública una declaración como ésta; pero es mi obligación como padre la de advertir, a todos los pibes que hacen buena música, de las trampas que les esperan y alentar en ellos el valor que necesitarán para sortearlas. La polución y la contaminación de este planeta no es sólo aquello que afecta a los ecosistemas, también es lo que late en los cerebros envenenados que restringen la creatividad, sólo para ambicionar aún mayor poder. Así se destruye el campo donde florecerían las nuevas generaciones de músicos argentinos."
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