Star Wars, frente al espejo de un potencial fracaso

Han Solo: una historia de Star Wars vendió en la Argentina entre el jueves último y anteanoche apenas 94.465 tickets y quedó cuarta entre las películas más vistas del fin de semana. Quedó muy lejos de Deadpool 2 (la más vista, con más de 200.000 tickets durante el weekend largo) y de Animal, la película argentina con Guillermo Francella que casi duplica en la taquilla a la nueva aventura galáctica. Hasta hizo que Avengers regresara al tercer lugar soñando con alcanzar los tres millones de entradas (lleva casi 2.700.000). Los números de la taquilla argentina no resultan aislados. En el resto del mundo, este desprendimiento de la aventura madre de Star Wars ya es visto como un fracaso si tenemos en cuenta la expectativa de los estudios (Disney y LucasFilm), la envergadura del lanzamiento y los planes futuros de expansión de la saga, que podrían revisarse de aquí en adelante.

En Estados Unidos, donde la taquilla se analiza por recaudación y no por entradas vendidas, Han Solo: una historia de Star Wars apenas superó los 103 millones de dólares en su primer fin de semana, cuando los más pesimistas observadores del mercado manejaban un piso de 130 millones. Es el lanzamiento más flojo de toda la historia de Star Wars, que cobra todavía más trascendencia en su rendimiento negativo frente a la muy sólida respuesta del público hacia Deadpool 2 y Avengers: Infinity War en los principales países del mundo. ¿Estamos también frente a un fenómeno de saturación de tanques en el mercado global?

Los analistas más sagaces de Hollywood ya vislumbran un rápido cambio de planes para Disney, que proyectaba números muy altos para la continuidad de Star Wars después del colosal recibimiento para el Episodio VIII de la saga principal. Los últimos Jedi ocupa ya el undécimo puesto entre las películas más taquilleras de la historia, con una recaudación global acumulada de casi 2100 millones de dólares.

Pero los spinoffs como la película juvenil de Han Solo no parecen despertar el mismo interés. ¿Las razones? Algunos ya especulan sobre el potencial cansancio de un público que hace muy poco recibió el Episodio VIII, estrenado en diciembre. Otros, como The Hollywood Reporter, señalaban en las últimas horas que hay una conciencia generalizada entre los espectadores globales de que esta nueva película parece pensada más como vehículo de promoción de nuevas instancias de lanzamiento de merchandising que como un largometraje integrado de verdad en la saga.