Dos propuestas ideales para los más pequeños de la casa
Estación Primera Infancia es una productora, programadora y organizadora de funciones para espectadores de tempranísima edad. Se trata de la productiva y armoniosa unión de Casa de Títeres (Daniela Fiorentino) y Proyecto Upa Teatro para bebés (Gabriela Hillar) que se encargan de que los más pequeños puedan acercarse y vivir las primeras experiencias ligadas a lo escénico sin dejar, por ello, a los adultos que los acompañan de lado. Dos propuestas de títeres para espectadores entre 9 meses y 3 años tendrán lugar en el hermoso espacio que es La Nube y luego seguirán rodando por diferentes sitios. El Grupo el Yeite presenta estas dos obras que han sido adaptadas para los primeros infantes.
Mariel Lewitan cuenta que para adaptar Pequeño Dragón, a volar! a Din Don Dragón, trabajó con conceptos que funcionan bien para los bebés y los niños más pequeños. "Daniela Fiorentino nos había propuesto realizar la adaptación y con este objetivo me puse a estudiar varias cuestiones. Soy docente así que volví a libros, releí múltiples materiales sobre el proceso evolutivo. Luego decidimos con Sandra Antman que Pequeño Dragón... no era 'adaptable' había algo en su estructura que no nos permitía hacerlo. Entonces tomamos la decisión de quedarnos con el personaje".
El dragón, un precioso personaje supertierno y simpático, de varillas y goma espuma es el que lleva adelante la propuesta, el que guía momentos de juego y de aprendizaje. Es él y su relación con la titiritera que también reproduce algo de la relación niño/adulto. Así la propuesta pone en escena vivencias de los juegos de la primera infancia: esconderse, contar, reconocer los colores; aparece la repetición, los juegos de arrastre. Todo eso que es central para los más chiquititos. Armado como una serie de secuencias no es necesario contar una historia sino poner sobre la mesa-retablo, literalmente hablando, las vivencias. Y como hace las cosas que hacen los niños y las niñas, cuando ya jugó, no quiere guardar. Es ahí donde aparece el vínculo con los grandes, algunas reglas, algunos límites.
Mariel Lewitan cuenta que Gabriela Hillar les dijo que algo que caracterizaba al grupo era que les hablaban también a los adultos acompañantes. Din Don, por ejemplo, les sugiere no enojarse ante los caprichos. Los adultos, dice la titiritera, también aprenden a jugar. Cosa que a veces no saben. Existe una búsqueda de ponerse a disposición del juego. Como ya tuvieron experiencia en otras presentaciones, cuenta que suele ser muy grande la empatía entre los niños y el dragón y que los adultos suelen reírse bastante. Además, señala, se sorprenden de la capacidad de atención de los bebés.
Bichitos que tiene una versión para inicial, mayores de cuatro años, también tiene su adaptación para bebés. ¿Por qué la adaptación? Porque la obra primigenia trae un conflicto que está asociado a lo verbal, un malentendido que tiene que ver con la palabra. Para los bebés eso no funciona, entonces, la adaptación propone una historia de amor entre un gusanito y una mariposa. Claro que la mariposa vuela y el gusanito no. Pero él hace todo lo posible para que ella lo vea. Se puede contar que la historia tiene un final feliz.
Mariel cuenta que su fantasía es que los bebés vean estas versiones y que dentro de unos años se acerquen a las otras propuestas para ver qué les resuena. Entre unas y otras, hay canciones que coinciden. La música original está a cargo de Sebastián Díaz. ¿Recordarán los títeres, las melodías, algo de las historias? Nada mal hacer la prueba y llevarlos a ver estos bellos espectáculos en este verano porteño.
Para agendar
Din Don Dragón.Mañana, a las 18:30.-
Bichitos. Sábado 26, a las 18:30.
La Nube, Jorge Newbery 3537