El Mago de Oz: muchos efectos, pero sin emoción
Autor: Frank Baum, en versión de Billy Bond / Dirección: Billy Bond / Música: Billy Bond y Daniel Vila (arreglos), Fito Páez (adaptación) / Elenco: Sofi Morandi, Franco Masini, Fede Coates, Manuela del Campo, Natalia Cocciufo / Teatro: Coliseo / Funciones: todos los días, a las 15.30 y 17.30 / Nuestra opinión: regular
La producción más ambiciosa de la cartelera de vacaciones de invierno llegó desde Brasil, de la mano de Billy Bond. El mítico rockero, convertido en productor exitoso en el país vecino, trae una versión de El Mago de Oz con más de treinta actores y bailarines en escena, siete músicos en vivo y un gran despliegue de efectos especiales. Sofi Morandi lleva el protagónico con medida corrección, acompañada en el mismo sentido por el Hombre de Hojalata de Franco Masini. El Espantapájaros y más aún el León, que se cree carente de valentía, los rodean con un estilo sobreactuado que no permite que emerja la intensidad emotiva.
En su lugar atrapa al público infantil una sucesión de efectos especiales envolventes que involucran de alguna manera a los espectadores en la trama. Sopla entre las filas de la platea el viento del tornado que arrastra a Dorothy, cae nieve, el verde de la Ciudad Esmeralda inunda la sala en forma de globos lanzados desde las alturas. También humo, una lluvia de hojas secas de papelitos, perfume de flores y burbujas.
El escenario se transforma en un paisaje exuberante, por momentos abigarrado. El musical entretiene por su constante apuesta a nuevos efectos sorprendentes, pero la esencia de la historia se pierde en el camino.
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