Fantástica y auténtica, a la vez
La revista que encabeza es una de las propuestas más taquilleras de la temporada
MAR DEL PLATA.- En sus inicios, recuerda Carmen Barbieri mientras le sacan fotos, ser conocida tuvo sus tropezones. La primera vez que una persona le pidió una foto ella, emocionada, escribió bien grande y con su mejor caligrafía: "Con cariños. Carmen Barbieri". El señor, que todavía no había leído la dedicatoria, le dio un beso en señal de agradecimiento y le dijo: "Gracias Ethel". La había confundido con Ethel Rojo, la que protagonizaba la compañía en la que ella estaba bien al fondo del escenario en el saludo final.
La primera vez que le hicieron una nota ella se puso todas las plumas para una gran producción que terminó siendo una fotito en cuyo epígrafe aparecía su nombre escrito en masculino. "Habrán pensado que era un travesti", se ríe con esa bocaza que es una de sus señas particulares.
El largo camino tuvo sus picos, sus bajones y su gran retorno. Fantástica , el espectáculo que protagoniza en Mar del Plata, forma parte de su operativo retorno que comenzó cuando Marcelo Tinelli la rescató de las sombras. En la obra, uno de los indiscutibles éxitos, comparte cartel con varias chicas salidas de la cantera Tinelli y con un clan masculino de "viejitos", como ella misma los llama cariñosamente, compuesto por Tristán ("uno de los dos últimos grandes de la revista, junto a Jorge Corona"), Santiago Bal (su marido y director del espectáculo), Alberto Martín ("un gran actor que todas las noches me hace llorar") y Rolo Puente. Junto a este cuarteto Matías Alé aporta su simpatía y carne más fresca.
Durante la charla con LA NACION varias veces nombra al pasar a Tinelli, el gran proveedor de mano de obra para los espectáculos marplanteses.
-¿Rinde Tinelli en teatro?
-A nivel boletería, cómo explicarte. Si la figura es conocida, mi caso, rinde y cómo. Por eso estoy tan agradecida a él y este volver al teatro se lo debo. Gracias a Tinelli tuve esa llegada a la gente que ya había tenido en otras épocas cuando era más joven. Claro que ese rendimiento en boletería no es igual con Silvina Escudero [otra de las que forman parte de Fantástica y la que acaba de ganar en ShowMatch ] porque tiene apenas un año de carrera. Pero cuando sale al escenario la gente la reconoce, la aplaude y -seguramente- habrá gente que compra la entrada para verla aunque no la misma cantidad de localidades que vende una figura popular.
-¿Se te ocurrió llamar a Ricardo Fort?
-No, porque empezamos a armar esta revista hace un año y Fort, en ese momento, no sonaba. En realidad, él suena desde hace unas semanas pero si en tan poco tiempo pasó lo que pasó debe ser por algo. Además, canta muy bien. Pero el negocio lo arma Javier Faroni [el productor de sus espectáculos] y en mis planes no está llamarlo porque todavía estamos dándole la vuelta de tuerca que necesita Fantástica y para Bravísima , la obra que haré en la próxima temporada, no se me ocurre todavía ningún nombre.
Carmen Barbieri es una mujer mediática. Ella misma lo reconoce. Es de esas actrices que en los programas de la tarde suele prenderse en las polémicas sin muchos pelos en la lengua.
-¿Te pasa de ver esos programas y darte cuenta que se te fue la mano?
-Se me va la mano muy pocas veces. Lo que no me gusta es verme en la tele enojada y, muchas veces, me he enojado por muchas cosas. Pero bueno, qué le voy a hacer... ¡Soy tan mediática que cuento todo al aire! Hay artistas que en público se callan la boca, como mi marido, y todo pasa rápido. Pero si yo contesto, los programas de la tarde tienen para comer una semana aunque, luego, de algunas cosas me arrepienta.
-¿Esa conducta tuya también es una forma de mantenerte en los medios?
-No, eso es lo que están haciendo las chicas, las nuevas, las mediáticas para hacerse conocidas. Yo no necesito pelearme con Moria para hacerme conocida. Sí es cierto que con Moria tenemos un juego, un juego muy peligroso que está muy al borde. Pero todo eso no lo hago para mantenerme vigente, vigente me puso Tinelli. Nadie más.
-¿Y Cherutti, con quien hiciste temporada, no?
-Bueno... Reina Reech me dio la posibilidad de volver a la revista, cosa que no estaba en mis planes porque estoy grande, gorda... Ya no estoy para ponerme un conchero. Sí puedo hacer un cuadro musical, puedo cantar, hacer un sketch. Pero la revista necesita una mujer joven como Mónica Farro. Yo no soy como Moria, que está todo el tiempo con la teta al aire. Ni aún siendo joven y con un muy buen cuerpo, anduve así. Fue Reina la que me trajo a la revista haciéndome bailar a lo Bob Fosse y nos fue excelente. Y a partir de ahí tuve la posibilidad de hacerme el quiosco propio, como decimos en el medio.
Ella y la competencia
Y con Fantástica , su quiosco, le está yendo muy bien. Tanto que casi tendría asegurado el segundo lugar después de la obra de Antonio Gasalla. "Yo siempre pregunto por la cantidad de gente que fue a ver a Gasalla, persona a la que amo, como para tener un parámetro. Porque si él es el más grande quiero saber cómo estoy yo. Y como le piso los talones, me da mucha alegría. Pero quisiera que tanto a Iliana Calabro como a Jorge Corona y a Omar Calicchio les vaya muy bien porque los amo".
El comentario es un típico dicho "a lo Barbieri". O sea, nombra a casi todo el elenco de la revista que encabeza Miguel Angel Cherutti, su ex compañero en esta vuelta al teatro, pero no a él como para marcar territorio. Al pasar, acota: "Los años pasan, amor. No me operé cara, aunque algo me voy a hacer... y voy a tener una vejez digna".
-Y si tanto escénicamente como en las entrevistas tenés ese discurso, ¿por qué en la marquesina de Fantástica tus fotos están tan "fotoshopeadas?
-Pero no está tan... La de abajo creo que está un poco... A Tristán, por ejemplo, sí le plancharon la cara. Pero igual no parezco de 20, se nota que soy una señora. Tampoco me voy a dejar las arrugas de abajo de los ojos, ¡dejame que me limpie un poco! La foto de la puerta es la de la escena final en la que uso un traje de Thierry Mugler y estoy con un maquillaje que parecen dos trompadas. Esa era la foto que quería para arriba...
-¿De dónde te vienen las referencias tan contemporáneas en lo que hace al diseño de la indumentaria?
-Todo el tiempo estoy en Internet y todo el tiempo estoy tratando de superar lo clásico.
-Con ese traje del final parecés un personaje de Tim Burton.
-¡Tal cual: a lo Tim Burton! Pero es cierto, es toda una cosa modernosa. Como ya no tengo el arma del cuerpo tengo que hacer otra, tengo que jugar con otras cosas, con las épocas, con las ropas. Por eso Thierry Mugler, que hace cosas muy locas.
Carmen Barbieri pertenece a una familia de artistas. Su abuelo fue guitarrista de Gardel, su tío abuelo fue Enrique Santos Discépolo, sus tías fueron cantantes de Gardel y su papá, el gran Alfredo Barbieri. De ese mundo le habrá quedado su pulsión por el juego permanente. Por eso, mientras le sacan fotos en la ventana del hotel Hermitage, ella chista a la gente para que la saluden. Lo mismo hacía otra temporada desde un departamento que estaba ubicado a pocos metros de donde Mirtha Legrand hacía sus almuerzos. "Yo me asomaba a la ventana, llamaba a la gente que esperaba a Mirtha, les hacía corear mi nombre y cuando ella se asomaba yo le había robado al público", y se ríe con picardía abriendo esa bocaza enorme que es como una de sus tantas cartas de presentación.
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