Platea infantil. Interacción para el cambio
Tres creadores hablan de"La fila", que se estrenará mañana
"A diferencia de la mayoría de los espectáculos para niños, que tratan de entrada de captar a la platea con un fuerte impacto mediante efectos que los deslumbren, nosotros empezamos de la manera totalmente opuesta", comenta Enrique Federman, refiriéndose a "La fila", nueva propuesta con su dirección, que mañana se estrenará en el Centro Cultural Borges.
"Aquí no nos comunicamos con el público desde el efecto, sino desde el juego puro, y la obra viene creciendo de a poquito, casi diría de una manera artesanal, por la acción y la interacción. Es algo que se construye a medida que las situaciones generan cambios. Yo veo el espectáculo como una progresión, y eso se va dando hasta en cosas muy concretas, como el vestuario, la música y la trama que se teje muy sutilmente en la actuación y, espero, en la mente y la fantasía del espectador."
Federman, actor, director, mimo, clown, uno de los intérpretes del entrañable "Cosas de payasos", se muestra muy seguro y afirmado en los valores de este proyecto, que lo ha llevado a trabajar con otros profesionales de cuya labor manifiesta gran aprecio.
"Conocía a Silvina Reinaudi y a Carlos Gianni y siempre pensé que me iba a gustar hacer algo con ellos; curiosamente, se me da en un trabajo con ambos. Esta experiencia que compartimos en equipo nos requiere un rico intercambio que nos ha hecho modificar cosas nuestras, como les sucede a los personajes que hacen esta imaginaria fila . En cierto sentido, el espíritu de la obra se refleja en el equipo. El espectáculo -prosigue-tiene esos toques de comedia que le gustan a la familia, pero básicamente se trata de quién soy y de quién llego a ser después: no importa mi lugar en la fila; voy a ser otro, y luego volveré a ser yo, cambiado. Vamos a ver qué pasa con el público."
A su vez, Carlos Gianni, músico, docente, conocido director y compositor musical de espectáculos para niños (entre muchos otros, "Huesito caracú", "Sietevidas", "Locos re-cuerdos") y autor de muchos éxitos en canciones para niños, se muestra entusiasmado y movilizado por la nueva experiencia que le significa este trabajo. "Como grupo de coordinadores, este accionar juntos es nuevo para mí y ha significado aportes muy valiosos desde todos los lugares, aportes que modifican. Personalmente, es algo totalmente diferente", aclara con absoluta y llana sinceridad.
"Las diferencias te mueven de ciertos paradigmas; te cambian las imágenes. Para mí, significó confiar, enfrentarme con desafíos nuevos. Por supuesto, la música tiene la impronta mía, pero algunas cosas me costaron, y es como haberme internado en nuevos mundos llenos de posibilidades. Como los personajes de la obra, ya no voy a ser el mismo después de trabajar con esta gente. Un ejemplo: al comienzo, en el espectáculo, todo está en germen, por empezar... Las canciones, también; la letra no se entiende; por ahí se individualizan palabras sueltas... Después, la primera canción que se entiende es a cappella . La poesía está dada por la calidad de las voces y su armonía de conjunto. Después vienen los textos, que son potentes, pero siempre se está sugiriendo: es un decir sin decir para que el público arme su propia historia. Y los tres intérpretes, que son cantantes, bailarines y actores, responden de maravillas a este juego."
Todos se modifican
"Es la primera vez que en una obra mía no cuento una historia propiamente dicha", dice Silvina Reinaudi, escritora, periodista, docente, titiritera, autora de clásicos como "El dueño del cuento", "La caja cerrada", "Huevito de ida y vuelta", "Sietevidas", que es responsable de la dramaturgia de "La fila" y también reconoce que el trabajo le significa un cambio. "Estar con Carlos y Federman me parece una experiencia increíble, por los lugares adonde nos lleva este desafío. «La fila» nació como idea de obra después de intentar varios temas para el grupo Mumúlavac, y si bien al principio parecía sólo una situación interesante, fue tomando cuerpo hasta convertirse en un aquí y ahora muy calificado por el absurdo. Y lo más sorpresivo para mí fue que los personajes que me parecían menos relacionados con la realidad, instalados en el escenario me fueron resultando conocidos, tanto que podría ponerles nombre y apellido. Porque entendí que hay gente que fabrica estrellas, por sólo definir a uno de ellos.
"Este ha sido y es un trabajo placentero, sobre todo porque se ha formado un grupo muy creativo, respetuoso y alegre. Y cuando en las condiciones en las que trabajamos, que siempre tienen que ver con apuros, horarios complejos, esfuerzos para poner toda la creatividad y el oficio en una producción que siempre es azarosa, entre otras cosas, podemos rescatar la alegría; pienso que hay algo muy importante que hemos logrado. Creo que cada uno de nosotros fue un desafío para el otro, y eso, por lo menos a mí, me cambió."
PARA AGENDAR
- La fila , de Silvina Reinaudi.
Centro Cultural Borges
, Viamonte y San Martín. En junio, domingos, a las 16; en julio, domingos, a las 15.