Las creadoras de la industria cultural española ganan 20% menos que los hombres

Esta semana, en vísperas al Día Internacional de la Mujer, la Fundación SGAE, la Sociedad General de Autores y Editores dedicada a la defensa y gestión colectiva de los derechos de propiedad intelectual en España, presentó el informe Autoras en el Audiovisual, la Música y las Artes Escénicas. En el estudio, que se presentó el 8M desde Madrid y Barcelona, se analiza con datos estadísticos y económicos de ese país la brecha de género dentro del campo de la autoría de obras artísticas. La desigualdad es el factor común en distintas capas de análisis. La brecha salarial de género se sitúa en un 19,6 por ciento. La media de ingresos anuales, según el muestreo del estudio, indica que el salario medio de las creadoras supone un 80 por ciento del salario medio masculino.

Para el análisis de datos se tomaron como referencia la situación de los socios de SGAE, de los cuales solamente el 17 por ciento son mujeres. Sumado a los datos estadísticos se sumaron para el informe entrevistas y el resultado de grupos de discusión. La baja presencia de las mujeres en el sector no tiene correlato con la formación académica. De hecho, casi el 70 por ciento de las mujeres tienen algún título universitario, máster o doctorado frente al casi 50 por ciento de los hombres.

El estudio indaga en las barreras de entrada laboral a las que se enfrenta la autoría femenina. Por lo pronto, solamente el 59 por ciento considera que es válida esa alternativa laboral, frente al 76,5 por ciento de los varones. “Nunca he estado en una reunión de guionistas en la que un hombre se haya ido corriendo porque tiene dentista con el niño”, apunta uno de los testimonios recogidos para el informe.

Si bien el trabajo remunerado fuera del hogar es similar al que realiza un hombre, la mujer dedica un 45 por ciento de tiempo adicional a tareas domésticas y de cuidado familiar. El 33,5 por ciento de las creadoras de entre 55 y 65 años no es capaz de volver a trabajar una vez termina sus labores en casa, frente a una tasa del 14,5 por ciento de varones de la misma edad.

Dentro de la industria, el estudio de la SGAE destaca la escasa presencia de las mujeres en puestos de liderazgo. Según los datos duros, las mujeres ocupan posiciones de jerarquía en un 27,6 por ciento de los casos frente al casi 37 por ciento de los hombres. “Hay una segregación vertical”, apunta el informe. La tardanza en la mujer en llegar a esta etapa respecto a los hombres se debe, según el estudio, “a un menor reconocimiento del talento y la calidad de sus propuestas, menor posibilidad de poder dedicarse en exclusiva a la profesión, problemas para conciliar la vida laboral y familiar, peores apoyos, relaciones y contactos en el sector, mayor discriminación por razón de género y problemas de acoso”.

La proporción de mujeres que se han presentado a algún premio es similar a la de los hombres. También lo es el número de concursos que han ganado o en los que han recibido alguna mención. Sin embargo, teniendo en cuenta el peso que la mujer tiene en la SGAE, los datos indican que, del total de los premios otorgados, el 85,8 por ciento habría ido a parar a hombres. Como dato colateral por fuera del informe, la reciente entrega de los Premios Goya parece marcar un cambio de esta tendencia marcada por la desigualdad. En los Goya de 2020, las mujeres recibieron el 21,5 por ciento de las nominaciones (sin tener en cuenta las categorías con reserva de género, como las de interpretación). Este año, el 50 por ciento de los candidatos a un premio fueron mujeres. Las niñas, de Pilar Palomero, fue elegida como mejor película del año y la actriz Ángela Molina recibió el Goya de Honor a la trayectoria.

En la conferencia que transmitieron por YouTube Pilar Granados, directora general del Centro de Investigación de Mercados del Entorno Cultural (Cimec), hizo eje en la actividad autoral en sí misma (dirección, realización y guion, en audiovisuales; autoría, composición y coreografía, en escénicas; y autoría y composición, para la música) destacando que son los hombres los que, en mayor medida, pueden dedicarse a tareas creativas. “¿En qué grupo realmente la mujer se destaca? –se preguntó–. Pues en el grupo ‘otros’. ¿Y qué hay en ese grupo? Todo ese tipo de actividades de menor reconocimiento, un trabajo más invisibilizado”.

Antes de abrir el juego a otras y otros expositores, Granados también se preguntó por los motivos por lo cuales las mujeres llegan más tarde al terreno profesional en las artes. “El itinerario profesional para las mujeres es un carrera de obstáculos en estos sectores artísticos”, definió.