Las múltiples caras de Mónica Cabrera
¡Dolly Guzmán no está muerta! Texto, interpretación y dirección general: Mónica Cabrera. Música original y dirección musical: Claudio Martini. Voces en off: Marina Bellati, Mónica Cabrera, Claudio Martini, Pablo Palavecino. Edición de sonido: Diego Lozano. Diseño de escenografía y vestuario: Mónica Cabrera. Diseño de iluminación: Ana Bonet, Mónica Cabrera. Asistencia de dirección: Ana Bonet. Director asistente: Claudio Martini. En el Centro Cultural Caras y Caretas (Venezuela 370). Funciones. Viernes y sábados, a las 21. Duración: 70 minutos.
Nuestra opinión: muy buena
Una historia desopilante, una gama de personajes enloquecidos que todo el tiempo tienen necesidad de existir, un texto que roza el humor negro y una intérprete que sobresale modificando su conducta con sólo cambiarse un atuendo, una peluca, un par de zapatos; ésa es la síntesis de la nueva creación de Mónica Cabrera.
En ¡Dolly Guzmán no está muerta!, la autora, actriz y directora vuelve a construir un espectáculo unipersonal de muy buena factura. Esta vez cuenta la historia de una mujer -seudoartista- que, acabada por las drogas y el alcohol, desaparece de su departamento. Los medios periodísticos lo anuncian de forma sensacionalista y los investigadores policiales -huelgas de personal mediante- salen a preguntar por la vida de esta mujer.
Si el punto de partida del trabajo es sumamente potente, más lo serán las diversas situaciones que irán armándose. Porque no sólo Dolly estará en escena mostrando su ridícula vida, sino además, la portera de su edificio, una monja que la conoce de pequeña y hasta su propia madre, que sale de la tumba para materializarse y así dar testimonio acerca de la intensa y alocada existencia de su hija.
Mientras tanto, Dolly, escondida a causa de que la persigue un grupo mafioso ligado a la droga, hace un racconto de sus andanzas. Las cuestiones que aparecen son sumamente delirantes, y esto divierte a la platea. En el medio, Cabrera demostrará que es buena cantante y no sólo se anima con tangos clásicos, sino que también hasta recreará temas conocidos con letras que convienen a la trama que narra.
Cómica y reflexiva
Un actriz muy vital encuentra las cualidades exactas de cada personaje que construye y los va desarrollando a un ritmo intenso y sin que ellos pierdan su verdadera idiosincrasia. El pequeño espacio quizá, por momentos, juegue un poco en contra con ese diseño que se ha construido y en el que se disponen ámbitos diferentes para algunas situaciones.
Aun así, el trabajo de Mónica Cabrera es muy destacable, porque además de ser una excelente comediante, con su humor, hace reflexionar sobre muchas cuestiones sociales y políticas que acontecen a diario en la Argentina. Dolly Guzmán es una excusa muy interesante para eso.