"Mal Mal", de Luis Agustoni
"Mal Mal". Autor y director: Luis Agustoni. Intérpretes: Julio Sarrat, Verónica Cerrato, Alejandro Fain, Anabella Valencia, Agustina Cerviño, Sebastián Presta, Adrián Ferrario, Eduardo Yabor. Música: Diego Monk. Vestuario: Marcos Lagomayor. Escenografía: Gabriel Tessino. Sonido: Javier Benja. Iluminación: Matías Panelo. Asistente de dirección: Miguel Kot. En el teatro El Ojo (Perón 2115) Funciones: viernes y sábados, a las 21.
Nuestra opinión: bueno
Un nuevo texto de Luis Agustoni aproxima una mirada, en profundidad, sobre un mundo marginal muy intenso. En él conviven vagabundos, cartoneros, ladrones, prostitutas, travestis, policías con muy pocos escrúpulos, asistentes sociales poco humanitarios y sacerdotes que, por medio de sus doctrinas, intentan mostrar otra realidad, sin duda casi inalcanzable para estos sobrevivientes de crisis económicas y sociales. A ese lugar, un descampado sombrío y peligroso, llega alguien que pertenece a otra realidad, su traje, su corbata, sus modales, así lo determinan, pero que en verdad y como ha cometido un desfalco, no tiene más remedio que cruzarse con esta otra gente. Así entonces comenzarán a despertarse múltiples historias individuales. Todas estaban allí como resguardadas, pero el autor las descubre, las vitaliza y las pone a consideración del espectador, siempre con mucha humanidad.
Sobrenombre
"Mal Mal" -el juego de palabras resulta inquietante- es el sobrenombre de un vagabundo de cualidades muy especiales. Forma parte de ese submundo, pero conserva valores de otro tiempo -seguramente aquellos que adquirió cuando su vida fluía entre la educación y el trabajo- y esto lo torna particular. Descubre que detrás de su imagen pobre, marginal y asqueante para muchos, se conserva la entereza de un hombre de bien, a quien el destino -¿sólo el destino?- ha obligado a cambiar de hábitos y costumbres. Lo ha encerrado dentro de unos límites de los que parecería muy difícil salir.
La obra de Agustoni es muy efectiva, sobre todo en el diseño de los personajes protagónicos y en el conflicto central. Su estructura se dispersa cuando una serie de situaciones, que parecerían desprenderse de la acción central, no aportan más claridad a la realidad que rodea a los personajes centrales. De todos modos, la experiencia supera esos quiebres y gracias, sobre todo, a la interpretación de Julio Sarrat, un actor que consigue sostener el espectáculo con recursos muy genuinos, que se impone desde el comienzo y que gracias a su histrionismo llega a descubrir las múltiples claves de un personaje muy complejo.
El resto del elenco -la mayoría de los actores juega más de un papel y sus intervenciones son breves- no terminan de imponer a sus personajes con la potencia necesaria. Sus participaciones aportan un cierto pintoresquismo de ese ámbito al que pertenecen los personajes, pero no complejizan la trama.
"Mal Mal" es un drama intenso, una muestra fiel de una parte de esta Argentina. Ahí están sus mayores valores.
lanacionar