Nito Artaza, el ciudadano
Lidera uno de los más exitosos elencos del verano, pero no descuida su papel político
MAR DEL PLATA.– Nito Artaza llega al bar ubicado frente al teatro Atlas, donde presenta “Robó, huyó y lo votaron”, con Miguel Angel Cheruti, Moria Casán y Roberto Carnaghi. En el diario LA NACION de esa fecha que está en la mesa en una de las páginas dedicadas a política hay una foto de Artaza al frente de un acto. Apenas se sienta el empresario toma el diario y se queda mirando.
–¿Cómo te leés? ¿Qué te pasa cuando te ves en la parte política de un diario?
–Simplemente me veo como un ciudadano que se sintió indefenso, violado en sus garantías institucionales. Pero me veo como un ciudadano que conoce sus derechos y no como el 80 por ciento de los argentinos que los desconocen, que piensan que la Constitución nacional es un libro de abogacía. Sin embargo, la Constitución es la regla jurídica de la sociedad. Cuando nos fuimos apartando del respeto hacia la Constitución comenzaron nuestras desgracias. No sólo eso: el 80 por ciento desconoce sus derechos y el 90 desconfía del prójimo. Un pequeño ejemplo es ese sector al cual violaron sus derechos con el tema de los depósitos en los bancos. Una violación de la cual participaron el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Poder Judicial, que se ve presionado para imponer la voluntad política de un gobierno. Es decir...
–Disculpá, pero te preguntaba cómo te veías...
–¿Qué cómo me veo? Simplemente como un ciudadano común que aporta ideas. Claro que siento que estoy tirando demasiadas ideas y tengo miedo de que la gente se ilusione pensando que uno quiere llegar a ser candidato o que quiero tener un futuro político. Si se quiere yo formo un partido político para que la gente pueda canalizar su estado de indefensión. Pero no quiero crear una expectativa que no es. Mi primer principio es que acá se ha improvisado y en las próximas elecciones se va hacia una nueva improvisación.
–Pero partamos de una base: no sos un ciudadano común. Sos Nito Artaza y tenés una llegada en la gente que te diferencia del resto.
–Digo ciudadano común porque no tengo ningún privilegio ante la ley ni lo he tenido, como corresponde. Yo creí en una ley, en la Constitución nacional, como cualquiera de los ciudadanos. Pero, claro, soy un poco más conocido y levanté esa bandera de los ahorristas, y eso preocupa porque no es a Nito Artaza a quien le están por cumplir su derecho. Yo no tengo en el corralito más que 143 mil dólares, pocas veces lo he dicho, y fijate que producir este espectáculo me sale 200 o 300 mil dólares de entrada. De cualquier manera, si tuviera un dólar habría hecho lo mismo, porque se han violado los derechos constitucionales. No es una lucha mía, es la lucha de 12 millones de personas que tenían sus cuentas en el banco. Claro que con todo esto, y después de haber estafado a mi abuelo y a mi madre, tengo mis cuentas en el exterior.
“Si continuamos así –dice sin hacer una mínima pausa–, vamos a terminar distribuyendo la pobreza, y parece que los políticos necesitan pobres para comprar voluntades. ¡Me da tanta impotencia que los mismos que hundieron el barco ahora te digan cómo hay que salvarlo!
Un tipo pasional
Nito Artaza vuelve a embalarse, vuelve a poner quinta y seguir con su propio discurso.
–Pero más allá de lo ideológico, ¿todo esto implicará una pausa en tu carrera artística?
–No. Espero que el 27 de abril, cuando haya elecciones, yo esté presentando este espectáculo en Buenos Aires. Si estoy pidiendo que exista un debate profundo sobre el modelo de país, mal puedo presentarme para una candidatura porque estaría yo improvisando. Por ejemplo, mañana voy a enviarle una carta al Presidente para que...
–En el teatro, ¿cómo te juega el nivel de exposición que estás teniendo?
–El respeto de la gente ya lo tenía de antes. Me gustaría aportar ideas, pero no estar tan expuesto. Me gustaría no crear en la gente la idea de que pueda aspirar a un cargo político, a una candidatura.
No hay forma, el político Artaza le puede al artista. Tanto que se asemeja a un político en campaña. “Es que en mi casa familiar el tema de siempre fue la política –dice casi excusándose–. Después me dediqué a esto. Por eso digo: no se la puede seguir engañando a la gente. Tres o cuatro personas están endeudando la vida de millones de argentinos. Tiene que haber un debate nacional; es el Congreso el que debe debatir las leyes externas y públicas del país. Lástima que no traje la Constitución nacional para leerte el artículo que dice eso. Es más, nos vamos a presentar a una oficina de evaluación del Fondo Monetario Internacional para que...
Sigue. Se le aclara que el reportaje es para la sección Espectáculos. “Perdón”, dice él y continúa: “Pero cuando uno toma un compromiso, yo lo tomé con los ahorristas, quiero seguirlo hasta el final y lo estoy cumpliendo con mucho sacrificio personal, descuidando a mi familia y mi trabajo. Si uno toma un compromiso con la sociedad no debe ilusionarla. Me salgo de la vaina para pedirle ya al Presidente que convoque a sesiones extraordinarias. Y lo hago por medio de la prensa porque lo peor de este escándalo es que pase inadvertido. El periodismo ayudó para que este tema no pasara inadvertido”.
– A vos, ¿el teatro te ayuda para que esto no pase inadvertido? Por ejemplo, ¿va más gente a verte?
–No. Estamos metiendo la misma cantidad de gente que desde hace nueve años. No modificamos la entrada desde hace nueve años. Lo único que sacamos fueron las entradas más económicas, pero no aumentamos las otras para que la gente no diga que aumentamos.
–En el espectáculo la jugás del “ingenuo” de Artaza que todavía cree en ciertos ideales. ¿Por qué?
– Sentí la necesidad de cargarme a mí mismo y ponerme como un tonto. Yo viví toda la vida del humor y de la ironía y no voy hacer un espectáculo para realzar mi imagen política. Tenía que cargarme a mí mismo, dejarme casi al borde del ridículo porque viví cargando a los políticos. Muchos artistas piensan que es la lucha de Nito; eso es lo más grave que puede pasar. Claro que dentro de mi propio núcleo están preocupados. Lo veo al propio Cheruti un tanto inseguro. Mis mismos productores me miran preocupados.
–¿Habrá el año próximo nueva temporada de Artaza-Cheruti en Mar del Plata?
–Por supuesto. A ellos les puedo decir en esta misma nota que habrá temporada en el 2004 y que vamos a festejar los 10 años de Artaza-Cheruti.
–A lo largo de esta temporada, los que más público están convocando son Enrique Pinti y vos. Pinti tiene mejor promedio por función y vos, en lo que hace al total de espectadores acumulados, aunque, claro está, largaste antes que Pinti. Pero más allá de eso lo llamativo que es que se trata de dos referentes del humor político.
–Pinti es un filósofo. De él rescato que todos los que venimos luchando para que se cumplan los derechos constitucionales vamos a terminar siendo los loquitos, y los que estafaron a millones de argentinos van a terminar siendo los grandes pilares de la República. Eso dice Pinti y yo lo rescato. Pero yo trato de separar. Enrique expresa en sus espectáculos su pensamiento; yo intento no mezclar, aunque en este espectáculo hay un poco más de eso. Mi función es entretener y divertir, y no marcar una tendencia política. Si tengo que decir algo lo digo en una marcha, en una manifestación.
–Pregunta para Nito y no para el Nito político: ¿no tenés miedo de convertirte en una nueva frustración política y en ese intento quemar tu carrera artística?
–Es posible. Sé que puedo terminar difamado, desgastado, desprestigiado. Pero creo que valía la pena defender mi derecho por mí mismo. Quiero defender mi ideal y para eso hay que jugarse. Si uno crea una falsa expectativa, ahí se puede caer en la frustración. Eso sí, la gente no debe ilusionarse porque yo sea un artista. Yo tengo una propuesta de 10 puntos, si querés te los enumero...
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