Qué ver con los chicos en Semana Santa

Beethoven

Qué es: Beethoven compone, ensaya, descarta y reescribe. El pequeño Ludwig crece desde una infancia difícil, con un padre que lo quiere ver niño prodigio, hacia el personaje temperamental, irascible, apasionado que termina siendo un genio de la música. Fragmentos de sinfonías y sonatas ponen el tono a su rebeldía contra el mandato paterno y a su capacidad de componer más allá de su sordera. Sobre una recreación de su casa en Viena transcurren las escenas de la vida de Beethoven, montadas con una singular técnica de manipulación rusa del siglo XVIII. Fuera de la casa-retablo, sobre el escenario, Madame Fifi, interpretada por Marcela De Grande, entabla una graciosa interlocución con el diminuto títere. Por la compañía de títeres Babelteatro, con dirección de Gabriela Marges, quien había puesto previamente en escena en un retablo una bella versión de La Flauta Mágica de Mozart. Para niños de 5 a 12 años.

Dónde: en Ciudad Cultural Konex, Sarmiento 3131, el sábado a las 15. $ 350.

Música y humor: Cuatro Vientos

Qué es: los saxofonistas de Cuatro Vientos hacen de la música una humorada que siempre suena bien. Mientras saludan con una mano a sus pequeños espectadores ya sacan los sonidos de sus saxos con la otra, antes de llegar al escenario. A partir de allí se inicia un juego de constante interacción. Le toca al público reconocer fragmentos célebres de música de películas, dirigir por momentos la pequeña orquesta, bailar y hacer oír su propia voz. Los saxofonistas, en tanto, aportarán con sus saxos y clarinetes un repertorio que va del jazz al chamamé, de la cumbia al rock. Puede sonar María Elena Walsh tanto como Gilda en la versatilidad de los músicos. Leo Heras, Diego Maurizi, Jorge Polanuer y Julio Martínez mantienen viva una trayectoria de más de 30 años de Cuatro Vientos, un conjunto que siempre se ha destacado por activar desde la música un juego escénico desacartonado. Para niños de 4 a 12 años.

Dónde: en el Auditorio de Usina del Arte, Caffarena 1, La Boca, el sábado a las 15. Tras el recital, un taller de construcción de máscaras de monstruos en el Foyer. Entrada libre.

Cuento del Litoral: Yatencontraré

Qué es: en una pequeña aldea litoraleña dos familias, los Pereyraté y los Garciareté, guardan un secreto, que se irá develando a partir de relatos que protagonizan un sapo, un chancho, un yaguareté y un yacaré. El encanto de la puesta en escena radica ante todo en el modo de representar la historia dirigida por Andrés Sahade. Los intérpretes, Daniel Casablanca y Guadalupe Bervih, alternan entre un tono narrado y dialogado y momentos en que asumen directamente los diversos personajes en acción. En torno a ellos surgen las imágenes fugaces generadas por las sombras de arena dibujadas con maestría por Alejandro Bustos, mientras que Ricardo Scalise y Dolores Usandivaras cuentan y cantan desde la música, acompañados por guitarra y acordeón para crear ambiente de un alegre contrapunto chamamecero, de plácida alegría pueblerina. Para niños de 5 a 12 años.

Dónde: en la Sala Solidaridad del C.C. de la Cooperación, Av. Corrientes 1543, domingos a las 16. $ 260.

Teatro rosarino: Mío (de mí)

Qué es: Juana le da las formas que surgen de su universo imaginario a una nube, Guille emprende un viaje por mundos de fantasía. Una versión libre de los cuentos "Pedazo de nube", de Malena Blanco, y "Cositos", de Laura Devetach, por el grupo rosarino Vamos que nos vamos, dirigido por Carla Rodríguez, pionera del teatro para los más chicos. Narración, títeres y teatro de sombras a cargo de Yanina Gaggino y Nicolás Palma se combinan para representar las historias que resaltan el valor simbólico de juegos y juguetes. Para niños de 3 a 7 años.

Dónde: NüN Teatro Bar, Ramírez de Velasco 419, los sábados 20 y 27 a las 16. $ 250, adulto + niño $ 450, 3 x $ 600.

Títeres cordobeses: Bruno Estampilla

Qué es: Bruno, el cartero del correo titiritesco entrega siempre la primera carta del día a María, su amada. Por el camino se encontrará con misiones nada fáciles, como lo es desencantar un sapo o confesar su enamoramiento. Montado en su moto que desprende imponentes humaredas al arrancar, cumple con una tarea que ya es histórica en tiempos de Instagram. El titiritero cordobés Carlos Piñero se encarga por tanto de presentarlo en una breve introducción. Ya dentro del retablo, suma el sentido del humor de su impronta cordobesa al que es propio de los desplazamientos sorpresivos y las repuestas veloces del títere de guante. A la salida, globos y pochoclos para todos. Para niños de 3 a 7 años.

Dónde: domingos 20 y 27, a las 15, en el Teatro Gastón Barral, Rawson 42, $ 60.