Tango en rose: musical ajustado a estos tiempos
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Nuestra opinión: muy buena
Idea: Andrea Ghidone / Dramaturgia: Mike Fernández / Elenco: A. Ghidone, Guillermo Fernández, Ivanna Rossi y Sebastián Codega / Bailarines: Débora Agudo, Alejandro Andrian, Laura D’ Onofrio y Fernando Aranda Martínez / Dirección: Ignacio González Cano /Sala: Multitabaris / Duración: 90 minutos.
La bailarina Andrea Ghidone tiene, además de la bienvenida ambición de buscar su propio camino profesional, una virtud fundamental a la hora de encabezar un equipo: no se achica ante el talento ajeno y elige a los que se destacan.
En Tango en rose, su tercer espectáculo, repite algunos nombres de la anterior Madame Tango: la dirección musical de Pablo Valle, la escenografía de Adriana Maestri y Luciana Fornasari, con experiencia en el teatro lírico, y, en especial, la dirección de Ignacio González Cano (director de la compañía Tempo Tango y coreógrafo de Mora Godoy, entre otros). El resultado es refrescante: teatro musical que apela al folklore tanguero pero sacándole el polvo del museo for export para convertirlo en un espectáculo para todo público.
Con más lugar para el humor y los guiños, Tango en rose es una comedia musical estructurada a partir de una anécdota básica (el regreso de una mujer al origen de sus recuerdos) que permite el despliegue de escenas de baile y canciones ajustadamente encadenadas. Con celulares en la mano y ropa actual, los cuatro bailarines son los jóvenes del barrio, tan protagonistas como las otras cuatro figuras principales. Para subrayar lo de Ivanna Rossi (propia y singular versión de "Pipistrela", clásico de Tita Merello), y Sebastián Codega: ambos entendieron qué hacía falta para reciclar personajes tradicionales en un mundo distinto. Guillermo Fernández y Ghidone, el cantante Tango (un chiste per se) y la fatal Rose (alusión al himno de la Piaf), ni intentan bailar juntos sino jugar al encuentro de un amor más platónico que pasional y decididamente menos trágico que el de guapos y papusas.