Un grupo de monjas delirantes abrió la temporada estival
MAR DEL PLATA.- Este verano se pueden olvidar del gimnasio. Las escaleras de la imponente escenografía les asegurarán la dosis de entrenamiento físico con decenas de subidas y bajadas, por aquí y por allá, a paso lento y casi siempre a las corridas, en un vaivén sin pausas. Las siete protagonistas, que guardan humor, delirio y sentimiento bajo sus hábitos, comenzaron anteanoche con sus corridas, y con el estreno de la comedia musical Sorpresas pusieron en marcha -con inédita anticipación- la temporada teatral 2013/2014.
La dupla Carmen Barbieri y Moria Casán, que durante los últimos años fue pilar del género revisteril en estas playas, aceptó un giro y se abrazó a la propuesta del productor Javier Faroni, que tenía los derechos de esta obra más que reconocida: lleva 30 años en cartel, casi 8000 puestas en todo el mundo y una recaudación por encima de los 500 millones de dólares.
"Una gran apuesta con orquesta en vivo y muy Broadway", cuenta Barbieri. "Tiene una cosa medio almodovariana, como mucha locura, y Ricky Pashkus (director) buscó lo mejor de cada una de nosotras para que se nos vea bien chapita", afirma Casán, a LA NACION, convencida de estar frente a un espectáculo que será una de las estrellas de la cartelera marplatense.
María Rosa Fugazot, Cecilia Milone, Divina Gloria, Ivana Rossi y Mariana Jacazzio completan un elenco que la semana pasada aceleró aquí los ensayos en la sala América y anteanoche concretó el debut, con doble función.
La obra es de Dan Goggin y relata la historia de un grupo de monjas que, por escaparse para ir a un bingo, sobreviven al envenenamiento de toda la congregación por obra de la cocinera del convento. Como el dinero escasea para dar sepultura a sus pares, montan una comedia musical disparatada tanto por los acontecimientos como por los perfiles de los distintos personajes.
"Me encantó esta comedia porque me resulta una alegría al espíritu, me levanta mucho el ánimo y la música en el escenario cambia todo el espectro", cuenta Fugazot, que juega el papel de jefa de novicias y tiene a su cargo a Gloria, Rossi y Jacazzio.
Milone, que sobre las tablas es sor Humberta Ana, tuvo un papel preponderante en la adaptación. "Hizo un monstruito", dice Fugazot. Es que tuvo que echar mano a arreglos musicales, letras y textos.
En principio, cambios obligados porque aquí se pasa de cinco a siete personajes. Y después porque se buscó otra dinámica en el producto final. La propia Moria Casán resalta que hay casi otra coreografía en el back por la cantidad y coordinación de movimientos que se dan entre las entradas y salidas de cada personaje.
"Acortamos algunas canciones para que todas tengan lucimiento, pasamos solos a dúos y así exaltar lo mejor de cada una", detalla Milone, que, con Gustavo Calabrese en los arreglos musicales, se propuso adaptar la obra a medida para cada una de ellas. "La novicia de Divina tiene empatía con Divina y lo mismo las de Ivana y Mariana", resaltó.
La adaptación amplia se hacía imperiosa porque se trata de una obra escrita hace 30 años y con un estilo muy Broadway, prevista para primer y segundo acto. Explica Milone que tuvieron que limpiar mucho para llegar a un texto final como el que se verá durante toda la temporada marplatense.
Después de 12 años, con un último paso por aquí con Extraña pareja durante la temporada estival de 2001, que dejó tantos elencos heridos por la crisis económica, Divina Gloria vuelve a Mar del Plata, una escenografía repleta de grandes recuerdos por sus años de trabajo junto a Alberto Olmedo.
"Compré enseguida la propuesta de Faroni porque se veía un espectáculo importante y con grandes figuras", señala a LA NACION quien viene de darse un gustito personal: antes estuvo haciendo Los a paratos, con dirección de Francisco Javier. "Fueron dos meses de muchísimo trabajo y son 18 cuadros completos con escena, canción y texto", describe. Tan duros y con tanto para ajustar que el debut previsto para el último viernes se atrasó un día.
"Somos el Barça", dispara Divina Gloria con una comparación futbolera para resaltar el funcionamiento y dinámica de un elenco que, coinciden todos sus integrantes, vivió esta previa al debut con admiración mutua.
"Yo tengo un dicho muy viejo que es que no se ama lo que no se admira", dice Fugazot y elogia a todas sus compañeras. "¡Cuánto más fácil es hacerlo con la Fugazot! ¿Qué vas a explicarle?", acota Gloria sobre una figura referencial del género. "Acá remamos todas. Vamos para el mismo lado y somos todas muy exigentes", plantea Milone, abrazada a Annie, la perra marplatense que rescató aquí hace ocho años y que es testigo de cada ensayo desde las primeras filas de la platea.
A la dirección de Pashkus se suma la labor coreográfica de Elizabeth de Chapeaurouge, la dirección musical de Hugo Hoffman, la escenografía de Jorge Ferrari, el vestuario de Pablo Battaglia, la iluminación de David Seldes y la adaptación general de Fernando Masllorens y Federico González del Pino.
Todos han hecho lo suyo, junto a los músicos y bailarines para llegar al último doble ensayo del viernes y al estreno de anteanoche. "Somos todos bichos de teatro y eso tiene que ver con lo que hacemos", repite Fugazot, que también olfatea en Sorpresas un éxito de temporada. Y de esto sabe bastante.
Doblete
Siempre con Faroni como motor desde la producción, Moria Casán y Carmen Barbieri afrontan esta temporada con una doble responsabilidad. Además de sus protagónicos en Sorpresas, tendrán a su cargo la dirección y la puesta de Brillantísima, la revista que se presentará en la sala Atlas, que está justo debajo de la América, escenario de la comedia musical.
El tándem capocómico subió la apuesta y estará en ambas obras. Abrirán cada función de Brillantísima con un sketch y luego correrán a vestirse de monjas para dedicarse a su hora y pico de travesuras.
Moria recuerda que cuando el año pasado con Carmen renovaron el contrato con Faroni, la idea era hacer una revista en la que incluso se proyectaba la inclusión de Artaza y Cherutti.
"No creo en las vueltas. Lo que se probó ya está", dice y rescata el objetivo que privilegió: potenciar lo que se había logrado con Barbieri en los últimos años.
Y la comedia musical, asegura, le calza a la perfección. "Es fruto del oficio que te da la revista", puntualiza. En Sorpresas es sor Regina, la madre superiora. "Estoy en todos los cuadros; juega con la ironía y hace que sea la bastonera del ritmo de todas. Hay humor negro y ácido", explica. Y presagia un show "que será un suceso porque tiene la liturgia, las canciones de la Iglesia y también melodías tiernas".
A Carmen, que lleva la revista como carga genética, la comedia musical también le sienta bien. De hecho, hace 24 años ya participó de una puesta de Sorpresas en Villa Carlos Paz, en reemplazo de Ana María Cores.
Le tiene mucha fe a este espectáculo fuerte y ambicioso para la temporada marplatense. "La puesta de Ricky Pashkus ha sido un vodevil, con muchas entradas y salidas, como un Boeing Boeing", celebra. Y cuando destaca al elenco, reparte elogios pero deposita una luz especial, como el resto de sus compañeras, sobre Fugazot: "Acá hay puro talento".
LAS VENTAJAS DE SER LOCAL
El estreno de Sorpresas marca el inicio de la temporada teatral y también el debut de una modalidad que busca acercar más público a los teatros: los residentes marplatenses tendrán un 25 por ciento de descuento en la compra de entradas. La propuesta surgió del empresario teatral Carlos Rottemberg y cuenta con la adhesión de buena cantidad de los productores que presentarán obras en esta plaza durante los próximos meses. El trámite es sencillo: se debe concurrir a la sede de la Biblioteca Municipal, en 25 de Mayo y Catamarca, donde se realiza una constancia de domicilio y se registra al espectador para que acceda al beneficio.
Temas
Más leídas de Espectáculos
En fotos. De los mimos bajo el sol de Taylor Swift y Travis Kelce a la salida de Dua Lipa con su nuevo novio
"Hacía cosas raras". Fue un as de la revista porteña y desataba carcajadas en la platea, pero no sobrevivió a su temperamento
Actor derrocado. Un ucraniano de 19 años rompió el récord que Arnold Schwarzenegger mantuvo por 57 años