Atlantic@s. Una celebración de la música de Galicia
En el teatro SHA, la tradición se combinó con las nuevas tendencias
Para los iniciados en la escena musical gallega habrá sido como sintonizar Televisión de Galicia y sentir que estaban ahí, en vivo y en directo; para los ajenos, saber que cuatro intérpretes populares de la España septentrional dejaban a un lado el ego y se complementaban a beneficio del espectáculo, intercambiando emotivos saludos sobre el escenario, con una entrega simple pero no exenta de profesionalismo, resultó de una honestidad tan infrecuente que compensó los innecesarios desvíos a la world music.
El recital Atlantic@s, hecho en consonancia con el Día de las Letras Gallegas (celebrado el día anterior, cuando Atlantic@S hizo su debut en el Teatro Colón de Mar del Plata), incluyó letras de poetas notables y arrancó con Fran "Narf" Pérez, un guitarrista y cantautor de extracción rockera. Narf combina letras en inglés, español y gallego; es un trovador que transmite el mensaje a una diáspora que un día pasó por su patria y hoy está dispersa por el mundo. En grupo, con un estilo vocal reminiscente de Herbert Vianna (Os Paralamas) y riffs zeppelianos, la contracara del multikulti de Narf fueron sus solitarios fraseos de guitarra eléctrica: imaginativos y sutiles, desgranaron el recuerdo de tardes cantábricas escuchando discos de Roy Harper y Bert Jansch.
Palpablemente emocionado, Narf cerró su set con una de su serie de canciones compuestas con letras de Rosalía de Castro y cedió el espacio a Rosa Cedrón. "Cuando la escucho -dijo-, me imagino en esos bosques que tenemos en el norte". Y quizá haya sido por la introducción, pero cuando llegó Cedrón, altísima, delgada, blanca y de pelo muy largo, pareció que la elfa Galadriel estaba en el escenario. Su estilo melódico remite a clásicos del crossover celta como Enya, pero el dúctil y ajustado trío que acompañó a los cuatro artistas, integrado por Sérgio Tannus en guitarras, Gutier Álvarez en violín y zanfona e Isaac Palacín en percusión, puso músculo allí donde se necesitaba.
En contraste, Uxía es una cantante vigorosa y con un vasto conocimiento de la tradición, capaz de llenar con su sola voz el auditorio (algo que demostró al promediar el show, cuando los siete músicos se mezclaron entre el público e interpretaron dos temas tradicionales sin micrófono). En su repertorio, Uxía incluye ritmos cercanos al fado e incluso al vals peruano; se pudo entrever guiños de chacarera y su versión del tango "Garufa", cuya letra fue escrita por el gallego Víctor Soliño, deslizó explícitamente la influencia del norte en la conformación de la música latinoamericana.
El gaitero Xosé Manuel Budiño derramó carisma y emoción en iguales dosis. Empezó dedicando la muñeira "A fonte da pedra"a parte de su familia que emigró a la Argentina en el siglo pasado; la canción "Espuma de mar" a un abuelo navegante de quien heredó el vicio de viajero y, sumando un cuerpo de baile, cerró su set con "Sotaque", tema de su último disco que refiere a la variedad de sus intereses musicales con acento (sotaque) gallego.
Tras recorrer los pasillos del SHA para cantar con algún miembro de la colectividad en los coros, los cuatro artistas regresaron a escena e hicieron una musicalización de "Triste Ramón De Sismundi" (según Uxía, uno de los seis poemas que Lorca escribió en gallego). El cierre, inmejorable, fue con la emblemática "O virxen de Guadalupe"; a los músicos se sumó una formación de quince gaiteros y allí sí, la tradición sin filtros se volcó como una catarata de energía, eterna e inmemorial.
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