Argentina, tierra de amor y venganza: Mecha acusa formalmente a Aldo de asesinato
Julián (Tomás Kirzner) allana la mansión Ferreyra en busca de Gabriel Morel (Federico Salles), que ha logrado escaparse de la cárcel. Esta situación genera una nueva discusión entre Torcuato (Benjamín Vicuña) y Alicia (Mercedes Funes). Mecha (Soledad Fandiño), intenta sacar rédito de la situación y le propone a su nuevo amante que acusen a Aldo (Gonzalo Heredia) por la muerte de Lisandro (Rodrigo Pedreira), aunque los dos sepan que el verdadero asesino es el mismo Torcuato.
Más tarde, la bataclana cita a Margarita, la esposa de su examante, para contarle su distorsionada versión de los hechos: "Yo era amante de los dos y estuve ahí el día de la cacería. Ví cómo Aldo asesinaba a Lisandro a sangre fría. Lisandro se puso como loco cuando se enteró. Revoleaba el arma de acá para allá. Siempre fue celoso, posesivo. Con Torcuato no quisimos decir nada en un principio, por proteger al partido, por miedo... Pero ahora, con las elecciones perdidas, queremos hablar, queremos que se sepa la verdad. Es muy injusto que usted y yo hayamos perdido a Lisandro en esta situación. Creo que alguien tiene que exigir justicia".
Más tarde, juntas acuden al despacho del corrupto comisario Benítez (Carlos Sánchez) para acusar formalmente a Aldo de asesinato.
Sin tener a dónde ir, Alicia regresa al conventillo para rogarle a Aldo que la deje estar allí junto a Milagros. Él le propone buscar una casa para las dos, pero ella se niega. Lo que quiere es quedarse allí, junto a él. Por eso asegura que está arrepentida y dispuesta a pedirle disculpas a Anna (Candela Vetrano), a Francesca (Malena Sánchez) e incluso a Raquel (China Suárez). "Vos me hiciste elegir entre mi hermano y vos. Yo te elegí a vos, y no me das ni siquiera un espacio en tu casa junto a tu hija. ¿Qué pensaría tu mamá?", le dice. Aldo, entonces, accede, aunque le deja en claro que es solo por unos días.
Cuando finalmente llega al conventillo con todas sus pertenencias, Aldo le señala que se olvidó lo más importante: a su hija Milagros. "Es que salí con muchos nervios de la casa y me la olvidé", se justifica. Aldo, entonces, corre a buscar a la niña que quedó a expensas nada menos que de Torcuato y Mecha.
Al llegar, junto a Alí (Ariel Pérez de María) y sus hombres, Aldo y Alicia comienzan a discutir, y de fondo se escuchan los gritos y el llanto de la niña. Todos son sorprendidos por un Torcuato borracho y desmejorado, que, en medio de un ataque de nervios termina revelando que el verdadero padre de Milagros es Gabriel Morel.
Libertad (Virginia Innocenti), en tanto, comanda el operativo para quemar todos los juguetes y las pertenencias de Pedro, ante la sospecha de que el pequeño está enfermo de poliomielitis. Bruno (Albert Baró) elige quedarse a pasar la noche junto a su hijo y eso genera la incomodidad de Francesca.
Durante la noche, el estado del pequeño empeora. Gabriel, en ese momento llega a la mansión Morel y le hace un escándalo a su madre porque no quiere contagiarse. Ante su reacción escandalosa, Libertad termina echándolo para que no lo encuentre la policía.
El cuadro de Pedro obliga a los médicos a internarlo. En el hospital, después de haberlo mantenido toda la noche sin noticias, los médicos acceden a que los padres pasen a verlo.
Mientras tanto, Julián llega a la mansión en busca de Gabriel, pero Libertad se niega a dejarlo pasar. Le dice que no está allí y le cuenta lo que está ocurriendo con Pedro, para convencerlo de que no es el mejor momento para molestarlos. El policía accede a irse, sin saber que Gabriel realmente se encuentra allí. Acorralado, le exige a su madre que junte todo el dinero que encuentre y se lo dé para poder escaparse del país.
En el burdel, Carmen (Maite Lanata) e Ivonne (Andrea Frigerio) se suman a la huelga de hambre que llevan adelante las chicas. Frente a esta situación, Trauman (Fernán Mirás), hiriente, aprovecha y le recuerda a su esposa la proximidad de su muerte aconsejándole que coma.
Raquel se da cuenta de que Trauman ya no confía en Ivonne y en Carmen e idea un plan: hacerle creer que Helga (Daryna Butryk) está a punto de asesinar a la madama. Sin embargo, el proxeneta no les cree y obliga a la joven ucraniana a ahorcar de verdad a su esposa.
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